Dos muchachos deciden hacer de la aventura su vida y comienzan por la puerta grande: cruzar el mar de Tasmania por primera vez en un kayak modificado. Tormentas, problemas e incluso chantajes familiares no los detienen.
En el 2010, el Festival Banff de Cine de Montaña, en su gira por México, el público enmudeció ante la película Solo, donde Andrew McAuley intentó cruzar el Mar de Tasmania desde Nueva Zelanda hasta Tasmania. Para quienes vieron el documental, recordarán que antes de partir se entrevista con dos muchachos que intentan hacer lo mismo que él en un kayak doble que, según Andrew, no es nada parecido a un kayak. En realidad era una modificación a los botes con que se cruza el Atlántico cada año, tan estrecho que parecía un kayak por su parte media pero con cabina donde podían refugiarse en caso de mal tiempo.
Crossing the Ditch es la historia de ese par de jóvenes que realizan el primer cruce del Mar de Tasmania, separación entre tierras que conocen los australianos y neozelandeses como “La Zanja” y aunque pareciera que la tienen fácil por tratarse de una embarcación más estable y con más comodidades, la verdad se refleja en el documental.
Justin Jones y James Castrission se conocieron de niños y desde entonces han hecho diferentes incursiones en el terreno de la aventura. Su primer gran proyecto es precisamente cruzar la zanja. Ponen todo su empeño en el entrenamiento y la creación de su embarcación, especialmente diseñada para que tenga la forma de un kayak y puedan remar con mayor facilidad que en un bote trasatlántico.
Pero más que su bote, el primer problema a sortear era el permiso de sus padres, sobre todo de James. Como conoce a su madre, no le deja alternativa: “de todos modos iré” y no da marcha atrás pese a las reacciones. Es fácil imaginar el problema cuando se ve ver la entrevista con su madre. Felicidades James.
Mientras se están preparando, se encuentran con Andrew McAuley y platican. La prensa los ve como rivales porque quieren intentar hacer lo mismo, pero se trata de condiciones diferentes. Más adelante, conocen la noticia de la desaparición de Andrew cerca de Tasmania. Su moral, a la hora de partir junto con esta noticia, debió haber sido reforzada.
La partida de James y Justin es completamente diferente: los acompañan muchas embarcaciones mientras que Andrew partió literalmente solo. Y luego, los días en el mar. Es notable cómo los dos hombres se pasan el tiempo de buen humor y riendo… hasta que llega una tormenta que les hace dar vueltas durante días.
“Los muchachos tienen problemas y son serios” es un mensaje que el meteorólogo debió haber pensado mucho antes de decírselo a los padres de los aventureros, pero se los dice. Incluso en el video, las bromas y las sonrisas cesan. Las caras siempre sonrientes se vuelven serias. Finalmente, el tiempo mejora y el ánimo se va hacia arriba.
Su llegada a Tasmania es observada por cientos de personas y seguida desde mucho antes por helicópteros y avionetas. El clímax es cuando están tan cerca de la playa que deciden saltar al agua para hacer esos metros caminando hasta abrazar a sus padres y amigos.
Un video realmente emocionante, impresiona por el coraje de dos muchachos que decidieron hacer de ese viaje su entrada grande al mundo de la aventura. Es una primera y como tal es reconocida en todo el mundo y ojalá entusiasme a muchos a seguir sus pasos.
Pero ellos no se han quedado quietos. Su siguiente reto fue llegar al Polo Sur y regresar a pie, sin ninguna ayuda. Lo lograron y produjeron otro video que en el reciente Festival Banff recibió tres premios, además del gran premio del Festival Kendal. Ya veremos ese video.
Ficha técnica
Título original: Crossing the Ditch
Estreno: 2010
País: Australia
Idioma: Inglés
Género: documental
Duración: 70:32 minutos