Estábamos a 300 metros del Polo Norte, pero frente a nosotros había una conglomeración caótica de hielo. Dejamos nuestros trineos y decidimos encontrar el Polo Norte con nuestra carga.

En el centro de las aristas de presión nos quitamos nuestros esquís pues era imposible usarlos más allá. Pero no había ningún Polo Norte en esta selva de hielo. El GPS indicaba que faltaban sólo 10 metros para el Polo Norte pero después la distancia fue aumentando rápidamente. Regresamos y después de hacer un rastreo en forma de ocho, encontramos nuestras huellas. En ese momento nuestro GPS comenzó a chillar y su display mostró las cifras: 90º00’.

Nos felicitamos el uno al otro. Boris lanzó un cohete señal y colocó un fuego de victoria. Siempre estuvimos llevando ese cartucho de señales para asustar a un oso polar su lo encontrábamos de súbito.

Luego, regresamos a nuestros trineos y colocamos la tienda. Después levantamos la bandera de Rusia y telefoneamos a Moscú.

Los exploradores rusos, Matvey Shparo y Boris Smolin, se convirtieron el pasado 14 de marzo, en los primeros seres humanos en llegar al Polo Norte en pleno invierno. Ahora estarán acampando en el Polo (o sus alrededores, depende de la deriva del hielo, hasta el 21 de marzo, pues esperan encontrarse con el primer rayo de sol en el Polo Norte.