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Montañismo y Exploración
EXPEDICIÓN ACONCAGUA, PARED SUR 2002

Después de superar el escalón, continuamos ascendiendo por el espolón otros 50 metros hasta unas rampas que se encontraban llenas de hielo con escasas formaciones de penitentes pero con agua corriendo por debajo de ellas, recorriéndolas a lo largo de unos 150 metros llegamos a la base de las grandes torres. Aquí no sólo la piedra es de muy mala calidad sino también los anclajes, pues algunos de ellos son muy viejos y se pueden extraer con la mano.







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PROBLEMAS
4 de Febrero de 2002

Antes de comenzar a escalar calentamos un poco las botas con la estufa para descongelarlas, luego derretimos hielo para preparamos un poco de té y un litro de bebida para cada uno, la cual utilizaríamos para hidratarnos durante el día de escalada que nos esperaba.
El sol pegaba ya en la pared lo que provocó que cayera una piedra de arriba de las areniscas que pasó rozando el techo de la tienda y cinco minutos después una avalancha nos saludo con su peculiar sonido a 150 metros de nuestro campamento. Tras esos dos avisos apuramos el desayuno y levantamos nuestras cosas lo más rápido posible preparándonos para la escalada de las areniscas. Teníamos que movernos de ahí ya que esa zona empezaba a ser peligrosa.
Para superar las rocas areniscas fue necesario escalar cuatro largos de 50 metros; este escalón rocoso no presentó nieve ni hielo en exceso por lo que la escalada se llevó a cabo de forma eficiente y rápida. En algunos canales había verglass, lo que nos obligó a salirnos un poco de la línea que seguíamos; en especial el cuarto largo sólo pudo ser protegido con un stopper y tuve que recuperar a mi compañero Guzmán a cuerpo sin montar reunión.
Escalamos dos largos más sobre una pala para acceder a la vertical del serac; tiramos un largo y empezaron los problemas: el hielo presentaba una consistencia vítrea que no permitía la sujeción de los piolets pues a cada golpe se estrellaba dejando caer pedazos grandes de hielo sobre Guzmán. A pesar de esto avanzamos en el hielo y monté la reunión; una vez juntos, intenté escalar otro largo que presentaba una pequeña zona extraplomada, pero una vez mas nada me sujetaba, todo el hielo temblaba a cada golpe que daba tratando de encajar mis herramientas. En más de una ocasión las puntas de mis crampones resbalaron y quedé colgando de un solo piolet. Desescalé y, una vez en la reunión, intenté subir por el lado derecho, pero lo único que conseguí fue darme cuenta de que estábamos sobre una zona hueca.
Tras este descubrimiento y con un serac colgando sobre nuestras cabezas decidimos buscar una tercera opción por el lado izquierdo pero fue inútil. El hielo presentaba las mismas características. Recordé que entre la charla que habíamos tenido con Santiago nos comentó que sólo los metros finales del serac eran perfectos para escalarse, todo lo demás sólo podía superarse por medio de escalada artificial pero eso implicaba ir más despacio y quizá tener que montar el campamento en la salida del serac quedando expuestos a las avalanchas del glaciar superior y permanecer un día más en la pared. Y aun quedaba la incógnita de si el tiempo permanecería estable, ya que empezaban a verse algunas nubes sobre nuestra cabeza. De esta forma, el instinto de supervivencia nos gritaba que lo más prudente era bajarnos de ahí y optamos por hacerle caso.
RETIRADA
A las 4:30 PM empezamos a descender. Realizamos un rapel para bajar de la parte vertical del serac en la que nos encontrábamos y luego, asegurándonos mutuamente, descendimos dos largos de cuerda para instalarnos en la parte superior de las rocas areniscas. Tras cuatro rapeles más, alcanzamos la base de las rocas y una vez ahí decidimos continuar bajando para no pasar una noche más expuestos a posibles avalanchas del glaciar superior si nos quedábamos en la plataforma de la que habíamos salido por piernas en la mañana. Comunicamos al campamento base nuestra decisión de abandonar la pared y les pedimos estuvieran atentos para monitorearnos en el descenso de la misma.
Descender la pared desde las areniscas hasta la plataforma a 4,600 m.s.n.m. nos demandó hasta las diez y media de la noche. El cansancio y la deshidratación disminuyen el rendimiento en gran medida, por lo que se debe mantener la concentración y poner mucha atención a todas las maniobras que se realizan (verificación de las reuniones, rapeles, caída de piedras, agarres en roca deleznable, ponerse y quitarse los crampones, utilizar el piolet o los bastones etc.) para no perder material indispensable que nos saque con seguridad de la pared. Cuando por fin alcanzamos la repisa tras 18 rapeles y muchas veces de quitarse y ponerse los crampones, montamos nuestra tienda y una vez adentro pudimos bajar la guardia y sentirnos seguros.
5 de Febrero de 2002
Nos comunicamos una vez más al campamento base para que nos siguieran monitoreando ya que la zona que nos faltaba bajar pasa por el canal de avalanchas. El agotamiento por el esfuerzo realizado el día anterior cobró factura y sufrimos algunas caídas en el descenso sobre el canal sin consecuencias serias.
Nuestros compañeros nos esperaron al pie de la pared, en el glaciar inferior para ayudarnos con el transporte de las cargas al campamento y nos llevaron bebidas con suero. Al llegar al campo base comimos algo ligero y después de recoger nuestras cosas se partió rumbo a Confluencia.
Después de tres horas de marcha llegamos a Confluencia donde por fin pudimos descansar, alimentarnos e hidratamos en forma correcta.
6 de Febrero de 2002
Termina propiamente la expedición este día, con el traslado de Confluencia a Horcones donde fueron recogidos nuestros permisos; luego nos trasladamos a Puente del Inca donde comimos y de ahí a la ciudad de Mendoza.
7 - 9 de Febrero de 2002
Descanso en la ciudad de Mendoza.

10 de Febrero de 2002
Este día llegaron de la montaña nuestras cargas por lo que se procedió a confirmar y tratar de adelantar el vuelo de regreso a México en la línea aérea, lo cual no fue posible por el costo que implicaba.
11 de Febrero de 2002
Se separó y contó el equipo empleado en la escalada, preparándose las cargas para el avión. Por la noche en el Hostal hubo una pequeña reunión de despedida.
12 de Febrero de 2002
Salida de la ciudad de Mendoza a las 10:50 hrs., llegada a la Ciudad de México a las 21hrs.

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