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Montañismo y Exploración
1421: el año en que China descubrió el mundo

Un libro que se ha convertido en un dolor de cabeza para los académicos: el autor sostiene que en 1421 los chinos cartografiaron el mundo entero. Este libro es el resumen de las pruebas.







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Gavin Menzies. 1421: el año en que China descubrió el mundo. Random House (colección DeBols!llo), Barcelona, 2005 (Quinta edición). 603 páginas. ISBN: 84-9793-508-X

 

Todos los países que están más allá del horizonte y en los confines de la tierra se han hecho súbditos, y hasta los más occidentales de los países occidentales o los más septentrionales de los países septentrionales, por muy lejos que puedan hallarse.

1421La historia de la exploración nunca deja de mencionar los grandes logros: Colón, Magallanes, Cook y todos aquellos que descubrieron algo para la civilización occidental. Ellos son los grandes sobre los cuales se ha escrito la historia no sólo de la exploración, sino del mundo. Pero ¿qué pasaría si alguien viniera y nos dijera que hemos vivido engañados durante siglos y que las cosas no son así?

Este es el tema de este libro: no fue Colón quien descubrió América, ni Magallanes quien diera la vuelta al mundo, ni Cook quien descubriera la Antártida. Ninguno de ellos tiene ese mérito salvo el chino Zheng-He, un eunuco enviado por el emperador Zhu Di, de la dinastía Ming, para cartografiar el mundo. Zheng-He partió el 5 de marzo de 1421 (hace 590 años) en buques tan grandes como no se hacían en ninguna parte del mundo, sino hasta el siglo XIX.

Pero no sólo fueron los grandes buques, sino toda la logística: no fue una expedición, sino varias las que surcaron los mares hasta dar la vuelta al mundo y dar la vuelta al Cabo de Buena Esperanza, en África, dar la vuelta al Cabo de Hornos, en América, en circunnavegar la Antártida y descubrir y poblar de cierta manera América y Australia.

¿Quién puede proponer una hipótesis de esta envergadura que vaya en contra de lo ya establecido? El autor formó parte de la marina británica como parte de varias tripulaciones de submarinos y esa formación de navegante le dio las armas para formular esta idea. El desarrollo y crecimiento de la hipótesis le llevó muchos libros, bibliotecas, mapas antiguos y museos visitados en diversas partes del mundo.

El hecho de que no se haya conocido del viaje hasta ahora se debe a que al regreso de Zheng-He el emperador había muerto y quienes lo recibieron mandaron destruir las naves y quemar todos los documentos elaborados a lo largo de los años de viaje en diferentes partes del mundo. Si esto es cierto, fue una pérdida mayor que la biblioteca de Alejandría y Zheng-He el hombre más miserable al ver quemar su trabajo. De Sheng-He son las palabras con que se inicia este texto.

El libro es una presentación fascinante del cúmulo de datos recabados en todo ese tiempo para desarrollar esa teoría. Sus evidencias son mapas, escritos y la propia historia de China. Por desgracia, pese a la meticulosidad del autor, el libro parece tender a recabar los datos para justificar su idea. En historia suele hacerse de esta manera, pues siempre es fragmentaria, pero en este caso se hace continuamente. Si falta un pedazo de mapa, se encuentra en otro. Las palabras que no se dicen en un diario, se encuentran en otra y así sucesivamente.

Cuando se hace esto, se tiende a pasar por alto una gran cantidad de pruebas. “Hace 6 siglos los chinos tenían imprentas y acostumbraban a dejar numerosos rastros escritos. Sin embargo, Menzies no muestra ningún vestigio de cualquier carácter alfabético chino en las Américas así como en las numerosas islas, desde las Malvinas hasta las de Pascuas, que él asegura que los chinos tomaron”, entre otras.

En otras palabras, el libro es una colección de hechos con muestras irrefutables, muy probables, posibles y fantasiosos en un solo volumen. Todo en conjunto pretende ser creíble de la misma manera.

El libro ha causado una polémica en el mundo académico, que no acepta esta idea. Quizá por venir de un “advenedizo” que no es precisamente académico. No sería la primera vez. Como sea, hay seguidores y retractores de esta hipótesis que hace falta fundamentar sólidamente. Desde mi punto de vista, Menzies puso el trabajo sobre el cual hay que trabajar para llegar a una conclusión con un trabajo mayor.



 



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