Nick Whitehead. Aprender gimnasia en un fin de semana. Planeta, Barcelona. 1992. 96 páginas. ISBN: 84-320-4824-0
Hace poco fui a un gimnasio acompañando a un amigo que quería iniciarse en el ejercicio y a quien no le pude quitar de la cabeza el hecho de que el gimnasio sería lo ideal para él, que iniciaba. La experiencia fue interesante: el instructor no preguntó qué objetivo perseguíamos al ir a un gimnasio, ni nos preguntó qué condición física teníamos como tampoco nos explicó el funcionamiento de los aparatos. Su función se redujo a “haz el ejercicio que te digo, tantas series de tantas repeticiones. Cuando acabes, me dices y te pongo otro”. Y se dio la vuelta para ir a platicar con otras personas.Un libro
Uno de los comentarios más comunes entre personas que quieren comenzar a entrenar es que tienen que ir al gimnasio para hacerlo pero como no conocen y generalmente los instructores no tienen la paciencia o la dedicación para enseñar a los nuevos usuarios a usar todas las máquinas, la primera experiencia se convierte en traumática y no solo no regresan sino que quedan convencidos de que ir al gimnasio es para atletas de alto nivel, no para ellos.
El autor tuvo en mente precisamente esto al escribir su libro y lo que hace es muy sencillo, lo más elemental:
“…el primer paso es concretar el por qué desea hacerlo. ¿Desea perder peso? ¿Mejorar su figura? ¿Llegar a ser más fuerte o estar en mejor forma física?¿ ¿O entrenar para otro deporte? Debe tener un objetivo específico, pues de lo contrario perderá entusiasmo y no progresará… Antes de acudir a un gimnasio, realice algunos ejercicios suaves durante un par de semanas: practique jogging y camine unos dos kilómetros, dos veces por semana; nade algunas piscinas; efectúe algunos ejercicios de estiramiento en su casa; o recorra unos tres kilómetros en bicicleta. Al principio se sentirá rígido, pero pronto notará los beneficios.” (p. 8)
Genial principio de libro. Con esto, se comprende que el resto del texto sea más sensato: un rápido paseo por los aparatos generales y su forma de uso, desde las pesas libres hasta las máquinas aeróbicas y finalmente el “cursillo de fin de semana”.
El cursillo no pretende hacer experto a quien lo lea en el uso del gimnasio sino hacerle ver que el gimnasio está al alcance de todos y que se puede hacer en él algo bastante agradable si es que se siguen ciertas recomendaciones. Y algo que es muy sensato es poner sólo pocos ejercicios de cada técnica. De hecho, de las 10 técnicas empleadas, dos son de calentamiento y dos de enfriamiento, es decir: le da importancia al calentamiento previo al ejercicio y a la relajación posterior.
Hay detalles que no se alcanzan a comprender, por ejemplo el que en cada ejercicio indique que el ejercicio se realice cuatro veces. No indica si se trata de cuatro series o cuatro repeticiones y aunque en un apéndice final habla de estos dos términos, en el texto no queda claro.
El libro es bueno, pensando que está dirigido a personas que quieren comenzar a entrenar en un gimnasio.