Sebastián Álvaro. Al filo de lo imposible. Una aventura vivida. Ediciones Desnivel y RTVE. Madrid, 1993. 146 páginas. ISBN: 84-87746-31-4
Cuando te embarcas en una aventura de esta magnitud, lo haces pensando ilusamente que puedes mantenerte siempre en el límite de lo posible, queriendo olvidar que aquí no existen límites. Sólo cuenta vivir, la única verdad cierta. Asombrosamente sencilla y cierta.
Escalar una montaña, descender un río caudaloso, volar en parapente de montañas altas o volcanes en actividad o cruzar la Patagonia, son actividades que están reservadas a muy pocos pero cuando se trata de afrontarlas y además filmarlas, la cosa es muy otra.
“Cuando se realiza una aventura, por mucho que se quiera planificar su desarrollo, siempre hay un buen número de situaciones que hay que resolver sobre la marcha. Pero si además se está filmando, la cuestión tiene una especial trascendencia, pues de esta capacidad de improvisación dependerá en gran medida la película.” (p. 71)
Sebastián Álvaro, director del programa televisivo español “Al filo de lo imposible”, narra varias expediciones que pueden no ser tan importantes deportivamente, pero que señalaron un rumbo decisivo a ese programa y que le ha hecho llegar, recientemente, a la cima del K2.
¿Por qué filmar programas de este tipo? ¿Se populariza el riesgo?
“Nunca he querido convertir al aventurero en una estrella, ni la aventura en un espectáculo, aunque suponga ir contracorriente de una moda.” (p. 75)
Pero, ante todo, la base fundamental del libro y, por tanto, del programa:
“Con frecuencia, en nuestros días, se confunde viajar con trasladarse. Es culpa de la prisa. Prisa por vivir, por amar, por llegar a no se sabe qué final, olvidando que cada paso que damos, nos puede abrir rincones ocultos e instantes irrepetibles que nos harán sentir más. Es decir, vivir más.
“Es frecuente oír que la aventura no existe. Acabado el tiempo de los descubrimientos, parece que no hubiera sitio hoy día para conceptos como lo imposible, el misterio, lo maravilloso o la imaginación. Sin embargo, no hay más que levantar la mirada al cielo una noche para descubrir el misterio que nos rodea.” (p. 8)
“Es cómodo instalarse dentro de los límites, del orden inamovible establecido, donde nada hay que cuestionar, porque todo nos viene dado. Pero es muy aburrido, además de poco gratificante. Esos límites sólo pueden ser el punto de partida.” (p. 9)
“La victoria no se obtiene en los últimos metros de una montaña, o en el momento decisivo de un vuelo arriesgado, sino en el instante en que se da el primer paso y nos adentramos en lo desconocido.” (p. 10)
Es un libro escrito con fotografías, pues el autor tiene memoria visual y piensa en imágenes, que ha querido compartir con el lector, pero el texto en sí mismo tiene una alta calidad visual y no hace falta una gran imaginación para sentir lo que Sebastián Álvaro quiere decir.