Armando Altamira y Manuel Sánchez. Técnica alpina. Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas, UNAM. 1978,160 páginas. s/ISBN

No es el único libro sobre técnica que apareció en México, pero sí el que más impacto causó, en parte por su contenido y en otra por los excelentes dibujos de Manuel Sánchez, dibujos que lograron instruir a muchos montañistas sin leer el texto. Técnica alpina trata de ser un texto general del montañismo, desde su definición hasta la explicación de las técnicas más comunes, hechas por un experto.

Como todo libro de Altamira, éste también fue criticado a nivel nacional porque se trataba de la técnica que y estaba dejando de usarse y con este manual se perpetuaba algo obsoleto. Una fuerte crítica no tardó en llegar por parte de la revista Climbing, que analizaba la "nuez mecánica" que aparece dibujada en la página 86, mientras que en la 87 dice: "Aquí en México las nueces han tenido poca aplicación ya que las ascensiones conocidas hasta ahora ofrecen pocas oportunidades debido a las características del terreno." (p. 87) Años después, la mayoría de las rutas que se escalaban entonces como clásicas, eran protegidas con nueces y stoppers, lo que demostraba que no se trataba de una falta de aplicación, sino de una reacción en contra del cambio.

El libro no es recomendable de ninguna manera salvo para quien le interese la historia del montañismo en México, porque la mayor parte de las técnicas mostradas son ahora demasiado viejas (ya en el tiempo de su publicación eran obsoletas) y tienen un alto grado de peligrosidad, como la forma de asegurar al compañero (a la espalda y por el hombro, como se hacía entonces) o el uso de taquetes de madera. Algunas técnicas escandalizarían a casi cualquier escalador actual.

Sin embargo lo rescatable es la amenidad con que está narrado pues todo es a base de los dibujos originales de Manuel Sánchez.