follow me
Montañismo y Exploración
Alpinismo mexicano


Entiendo esto: quien ve hacia la montaña como lo estás haciendo, es decir, el que pretende hacerse escalador, no vuelve a sentir la tranquilidad de una vida normal; lo que sucede allá arriba mientras se progresa por una pared o por una arista nada tiene de normal y no es razonable tampoco que cuando se camina de nuevo por el valle luego de abandonar la cumbre castigado por la sed y el cansancio, uno jura que volverá pronto a escalar; con lo que empieza así una forma de vida hasta entonces desconocida llena de momentos agradables cuando se obtiene el triunfo pero con resultados duros cuando este no se logra…







  • SumoMe

Armando Altamira. Alpinismo mexicano. Editorial ECLALSA, México. 1972. 208 páginas. S/ISBN.

 

...el bello pensamiento de saber renunciar en la montaña y que es tenido por una virtud, le parece difícil de digerir.


La llamada "época de oro" de la escalada en México reunió a varios escaladores que giraban en torno a objetivos comunes: escalar rutas de alta dificultad o en paredes nuevas. El pequeño círculo de escaladores ascendían por una vía u otra hasta que se conocían entre sí y formaban eventualmente una cordada para un objetivo especial.

Alpinismo Mexicano es un libro escrito dos décadas después, pero en el que se puede sentir todavía el calor de la escalada en el autor, desde sus inicios hasta las escaladas de importancia que realiza: el Abanico, en el Popocatépetl, la pared de El Centinela, en el Iztaccíhuatl, la primera solitaria a la Benito Ramírez o la primera repetición a Las Goteras, esa pared donde nació en México la técnica de escalada artificial.

El libro abarca al montañismo desde sus inicios en México (1922): "El alpinismo como deporte comenzó en México al terminar el movimiento armado de la Revolución Mexicana. En un principio fueron tímidas salidas por las sierras bajas, después las excursiones cubrieron más terreno hasta que llegaron los días de los tiempos récords." (p. 65)

Tiene una sección muy interesante y bastante extensa de lo que el autor llama "paleomontañismo", que es la historia de las ascensiones en México desde la época precolombina. Dos secciones aparte son: "El valle del nihilismo" y "Fichas técnicas".

En la primera, Armando Altamira hace una crítica al alpinismo mexicano tal como lo ve él, aunque su visión es precisamente fijarse en los errores de quienes no son como él y no desde su propio punto de vista. Por ejemplo, menciona que "...esencialmente, el alpinismo no pertenece a las masas." (p. 151) Actualmente, su afirmación no tiene sentido, aunque sí lo tiene si se habla del alpinismo extremo.

Las fichas técnicas son los datos necesarios para ir a las paredes recomendadas por el autor, fichas que tuvieron una gran importancia en su tiempo y empujaron a varios escaladores a buscar las paredes. Sin embargo, son pocas, pues el libro no pretende ser una colección de fichas.

La parte más importante y por la que Alpinismo Mexicano fue duramente criticado cuando su aparición es "Preliminares", es decir: la aparición de un excursionista (él) que mira una pared y decide convertirse en escalador: "Alguna vez observé escalar y me pareció un asunto lleno de angustia, ahora en plena acción entiendo que aquello tenía mucho de contemplación ociosa." (p. 81) El cambio se opera de manera profunda:

"Entiendo esto: quien ve hacia la montaña como lo estás haciendo, es decir, el que pretende hacerse escalador, no vuelve a sentir la tranquilidad de una vida normal; lo que sucede allá arriba mientras se progresa por una pared o por una arista nada tiene de normal y no es razonable tampoco que cuando se camina de nuevo por el valle luego de abandonar la cumbre castigado por la sed y el cansancio, uno jura que volverá pronto a escalar; con lo que empieza así una forma de vida hasta entonces desconocida llena de momentos agradables cuando se obtiene el triunfo pero con resultados duros cuando este no se logra..." (p. 80)

Su historial como escalador es el que muchos escaladores recorrieron, incluso las paredes y situaciones son similares: "...yo también sentí admiración casi reverente por los conquistadores de esta cima. Fue un gesto que el tiempo tornó en igualdad y posteriormente esta fue desplazada por un sentimiento más recio." (p. 79)

En un libro en que se habla esencialmente de uno mismo y la propia trayectoria dentro de un deporte que entonces (y todavía ahora, auque ya es menor) era considerado suicida, el autor no puede evitar dejar plasmados algunos puntos en los que él mismo basa su firmeza en ascender montañas:

"Está fuera de discusión que el hombre no va a las montañas con el deseo de perder la vida, pero la dificultad que encuentra éste de vencer los obstáculos graníticos es la esencia misma del alpinismo." (p. 149)

"Para alcanzar el éxito no se necesita la amistad, basta que dos individuos bien preparados se unan con el interés común de llegar a una cumbre." (p. 88) Más adelante, sin embargo, señala categóricamente: "...la confianza entre miembros de una cordada es factor decisivo en una ascensión." (p. 89)

El libro está escrito siempre en tiempo presente y hace que el lector se coloque en el lugar del narrador, pues no siempre habla de él. Por ejemplo, tiene un capítulo muy interesante sobre la conquista de Las Goteras y otro de la primera y única escalada del cráter del Popocatépetl cuando la erupción de 1929.

Uno se pregunta el por qué fue tan duramente criticado el libro y la respuesta aparece durante una segunda lectura: lo que Armando Altamira llama "Alpinismo Mexicano" no es más que el alpinismo que él practicó. Quizá el título fue infortunado pero el libro sigue siendo una excelente obra de literatura en los aspectos que abarcó.



 



Suscríbete al Boletín

Google + Facebook Twitter RSS

 

Montañismo y Exploración © 1998-2024. Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con SIPER
Diseño por DaSoluciones.com©