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Montañismo y Exploración
La conquista del K2
15 octubre 2001


Después de conquistado el Annapurna (1950), el Everest y el Nanga Parbat (1953), los italianos se dirigen al K2, la segunda montaña más alta del mundo. Este libro, clásico por haber sido el oficial de la expedición y respaldado por el CAI (Cluba Alpino Italiano) y por toda Italia, se convirtió en la versión oficial de la conquista hecha el 31 de julio de 1954.







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Ardito Desio. La conquista del K2, segunda cima del mundo. Editorial Juventud, Barcelona, 1955. 232 páginas. ISBN: 84-261-1583-7


Considerada como la más difícil de todas las montañas de ocho mil metros, la cima del K2 fue hollada por primera vez por Lino Lacedelli y Achille Compagnoni el 31 de julio de 1954 a las 18:00 horas. La expedición italiana a la que pertenecían "fue concebida y realizada como una expedición «pesada», es decir, preparada y equipada para una larga estancia sobre los 5,000 m., cota ésta aproximada del campamento base."(p. 178)

Ardito Desio, geólogo que ya había estado en la cordillera del Karakorum en expediciones científicas, organiza una expedición al estilo del Duque de los Abruzzos, con un objetivo deportivo: llegar a la cima del K2. Mientras tanto, una parte de los expedicionarios no estarían designados a escalar la montaña, sino a realizar trabajos científicos específicos.

El libro escrito por Desio deja ver claramente que su objetivo deportivo no era tan importante para él, aunque esto no quiere decir que la haya descuidado en absoluto. "Desde entonces, tuve, pues. Que dedicarme con toda diligencia a establecer las bases económicas de nuestra expedición, teniendo en cuenta dos ramas de su actividad, la alpinística —más fácilmente sentida y apreciada por el público— y la científica. Empecé por cuidarme de la última, puesto que una recaudación de fondos por suscripción o hubiera sido en verdad fácilmente realizable, mientras que, por lo menos, parecía posible para la primera —como por lo demás era lógico— apoyándola una sociedad de carácter nacional como era el Club Alpino Italiano." (p. 64-65)

Esto llama la atención porque sería una de las pocas veces en que un científico utilizaría al deporte como pretexto para hacer ciencia mientras que la mayoría de las ocasiones se hace ciencia como justificación del deporte (Nansen y su recorrido del Fram, por ejemplo).

El capítulo sobre la historia de los anteriores intentos de escalada a la montaña es muy completo y da idea del escenario histórico en el que la expedición de 1954 se desarrolla.

Desgraciadamente, el libro es breve y dentro de él la crónica de la expedición a la montaña siempre se ve de una manera distante, generalmente del campamento base. Sólo en el capítulo de la cumbre, Desio deja hablar a Compagnoni y Lacedelli. Todo está escrito, aunque de forma muy sencilla y rápida de leer, con el estilo con que fue formada la expedición: "La organización de la expedición debe tener un fundamento de tipo militar..." A pesar de ello, uno se sorprende de la dirección de Desio en la expedición y de lo rápidamente que toma responsabilidades o relega mando para llegar a la cumbre. Desio, fuera de la ambición de ser primero (primero en subir, primero por ser el líder) porque su objetivo es más científico que deportivo, se porta a la altura de un excelente jefe de expedición... pero da muy pocos detalles.

En esta expedición participó Walter Bonatti, quien el 30 de julio subiera hacia el campamento de Lacedelli y Compagnoni para dejar tanques de oxígeno. Pero no los halla y en la oscuridad se ve forzado a vivaquear a poco más de ocho mil metros junto con el hunza Mahdi. Esa noche interminable fue prácticamente lo que logró que sus compañeros alcanzaran la cima. El episodio, narrado ampliamente en otras partes (Montañas de una vida, Grandes aventuras contemporáneas) es mencionado aquí sólo un par de veces en pocas líneas y ha sido uno de los motivos por los que Bonatti, uno de los mejores alpinistas de esa época y que llegara a convertirse en leyenda en pocos años, publicara su propia versión que ha hecho causado grandes polémicas.


Erratas

Página 50, dice: "La conquista del primer «ocho mil» conseguida por los franceses en 1951..." Los franceses llegaron a la cumbre del Annapurna el 3 de junio de 1950.



 



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