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Montañismo y Exploración
Hasta los confines de la Tierra
1 noviembre 2000

Si tú quisieras hacer un viaje alrededor del mundo de la manera más original posible, ¿cuál ruta plantearías? Esa idea fue la que llevó a la realización del primer viaje alrededor del mundo pasando por los dos polos en una expedición que se descubre paso a paso a ella misma, con todos los problemas que implica y la forma de resolverlos.







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Ranulph Fiennes. Hasta los confines de la Tierra. La vuelta al mundo pasando por los dos polos. Martínez Roca, Barcelona. 1989. 320 páginas. ISBN: 84-270-1300-0

 

Si queremos ser felices debemos seleccionar la fantasía que más atraiga a nuestro modo de ser y volcarnos en ella con pasión.

Cyrill Connolly


"En febrero de 1972, mi esposa sugirió que hiciéramos un viaje alrededor del mundo.

"—Ginnie, ni siquiera podemos pagar la hipoteca. ¿Cómo diablos vamos a dar la vuelta al mundo?

"—Consigue un contrato con un periódico, un editor, una cadena de televisión.

"—No les interesará. Todo el mundo da la vuelta al planeta, hoy día.

"—Pero todos viajan en horizontal.

"—Naturalmente. No se puede hacer de otro modo... No se pude seguir un meridiano, porque, casualmente, los casquetes helados del océano Ártico y la Antártida impiden el paso.

"—¿Y qué?

"—Que nadie en su sano juicio se atrevería a hacerlo. Si fuera posible, ya se habría hecho. Todos los océanos han sido cruzados de oeste a este, de norte a sur, en travesías solitarias, en balsas, hacia atrás y de costado. Todas las grandes montañas han sido escalada y todos los ríos remontados hasta sus fuentes y recorridos hasta sus desembocaduras. Se ha dado la vuelta al mundo a caballo, en bicicleta y, probablemente, sobre el palo de una escoba. Hay quien ha saltado en paracaídas desde 10,000 metros y quien ha descendido a las fosas más profundas de los mares más hondos." (p. 13-14)

De esta manera surgió el proyecto de exploración más ambicioso hasta entonces: dar la vuelta al mundo cruzando los dos polos y uniendo rutas que en sí mismas son arduas: la salida es de Inglaterra, cruzar el Polo Sur, el Pacífico, el legendario Paso del Noroeste y el Polo Norte. Proyecto audaz, sus principales problemas son la selección de hombres que estén dispuestos a ausentarse tres años (quizá más) de su patria para que la Expedición Transglobe "fuera recordada como un grupo de gente que cambió el dinero, la promoción personal y tres años de sus vidas por una aventura en la que querían triunfar, por una causa común en la que todos creían." (p. 169), un grupo "de tierra" que los esté monitoreando y que resuelva los problemas que surjan y, sobre todo, en patrocinadores. "Para conseguir el éxito en nuestra aventura no era preciso que las diversas personas que la componíamos fuéramos amigos, sino sólo compañeros compatibles." (p. 175)

El proyecto se pone en marcha y sus principales focos de atención son tres: el Polo Sur es uno de ellos, pues cruzan el continente a bordo de motonieves después de pasar un invierno y donde los aspectos psicológicos se agudizan: "En las expediciones polares, como en la mayoría de grupos con vínculos estrechos, se produce habitualmente un proceso que lleva a la aparición de un líder natural o psicológico. Es un conflicto similar al de la lucha por la posición dominante en una manada de lobos o una jauría de perros, con un desafío más o menos abierto al líder establecido. La de cómo afrontar esa amenaza a su autoridad es una de las pruebas por las que debe pasar la mayoría de los comandantes y de cuyo resultado depende la cohesión del grupo." (Roland Huntford, cit. En p. 115)

El viajar en motonieves no es precisamente un paseo: "A bajas temperaturas, el cuerpo humano funciona a un 80% de su eficacia habitual, no importa la indumentaria y el calzado que uno lleve." (p. 31) "...el viento es lo que más afecta al ser humano, al privarle de los vestigios de calor atrapados en poros y cabellos. Con aire en calma, los -40º C con muy soportables, pero la temperatura de -20º C con un viento de sesenta nudos [110 km/h] puede resultar mortal." (p. 85)

Además, "no todas las ropas aceptables para la marcha a bordo de los skidoos lo eran también para el avance a pie.." (p. 105) por lo que el frío siempre está presente: "Charlie y Ollie llevan cinco capas de ropa, cubiertas con un abrigo esquimal de lobo con capucha... A pesar de los tres pares de calcetines, los guantes, los gorros, las gafas protectoras y los pasamontañas, el frío nos traspasa como si estuviéramos desnudos." (p. 125) "Lo peor son los dedos de las manos y los pies, la nariz, la frente y las mejillas." (p. 128)

Hay detalles menudos pero importantes: "Ayer se me cayeron dos empastes dentales; debido a ello, la cena y el café matutino, que hasta ahora eran los mejores momentos de la jornada, se convierten en un purgatorio, pues me causan un dolor de los mil demonios..." (p. 135)

Después de llegar al Polo, continúan su camino por la ruta de Scott, cruzando la banquisa de hielo hasta llegar al Mar de Ross: "Moverse en una zona de alto riesgo sin posibilidad de ver los peligros que teníamos delante o que se abrían bajo nuestros pies sólo puede calificarse de estupidez." (p. 155)

Pese a que la expedición no se detiene, se tiene una sensación de una gran etapa de descanso cuando se hacen a la mar nuevamente, situación que cambia cuando abordan embarcaciones con motor fuera de borda para remontar el río Yukón y cruzar el Paso del Noroeste.

Pero si en el Polo Sur fueron tres, en el Polo Norte sólo serán dos, por lo que Vivian Fuchs, explorador polar y asesor de la expedición, "dejó muy bien sentado que, si salíamos sin un tercer hombre, en caso de que las cosas fueran mal, la responsabilidad sería enteramente mía. Cuando pienso en ello, creo que sir Vivian tenía razón en insistir en ello cuando lo hizo.

"El capitán Scott manifestó en cierta ocasión su parecer respecto a los comités en una carta dirigida a su amigo Nansen. "Mientras yo intentaba llevar a cabo [las pruebas] del equipo según los preceptos que usted me enseñó en Noruega, un comité de treinta y dos científicos se ha estado peleando por decidir dónde irá la expedición y qué va a hacer. Demasiados cocineros estropean el guiso, y demasiados hombres en un comité son la peste."" (p. 171)

La travesía hacia el Polo no es sencilla: "De noche, los peores problemas también tenían que ver con la cara. En líneas generales, el viaje polar sería bastante agradable si no fuera preciso respirar. Si uno trataba de encerrarse en el saco de dormir como una crisálida, el aliento formaba una gruesa costra de hielo en torno a la cabeza y fragmentos de hielo se colaban al cuello o se posaban en el rostro o las orejas. Si, por el contrario, uno dejaba en el saco de dormir el mínimo agujero necesario para nariz y boca, durante las horas de sueño se sentía un dolor tremendo en la nariz tan pronto como la temperatura descendía a los -40º C, lo cual sucedía tan rápido como se dispersaba el calor del hornillo." (p. 269)

"En lugar de beber en torno a tres litros de agua al día, que era la cantidad necesaria, sólo tomábamos dos, con lo cual sufríamos deshidratación. Cuando un hombre se deshidrata, se debilita. Si se permanece al aire libre durante un período de tiempo prolongado, sin detenerse a recuperarse, uno se va debilitando cada vez más, hasta que ya no puede ni levantar un pico.

"Comienzas a dar golpes y, a los cinco minutos, caes rendido y jadeante, sin saber qué hacer contigo mismo. Y empiezas a chupar hielo y nieve. Recuerdo que, en ocasiones, Ran y yo no podíamos ni mover el pico, y teníamos que volver atrás, hasta la tienda, absolutamente exhaustos. No estábamos cansados, sino absolutamente destrozados. Nos arrastrábamos sin levantar apenas los pies de la nieve y nos colábamos gateando en la tienda para echarnos a dormir como troncos. Pero siempre hay claridad al final del túnel y en eso se debe pensar mientras uno está casi matándose." (diario de Charlie, p. 270)

Y dentro de ese casi matarse, hay un incentivo nacionalista muy fuerte: "Ant Preston mantenía una atenta vigilancia de las expediciones polares de diversos países, en especial as que tenían por objetivo el Polo." (p. 163) y se enteran de una expedición noruega que también quiere alcanzar el Polo. Con la mente en Amundsen y en Scott, la expedición se vuelve una carrera y tras alcanzar su objetivo antes que los noruegos, Inglaterra se siente satisfecha: "En el aniversario, casi día por día, de la trágica muerte de Robert Falcon Scott en la Antártida en 1912, es altamente satisfactorio el hecho de que unos ingleses hayan superado a unos noruegos en el otro extremo del planeta, ya que fue el noruego Roald Amundsen quien venció al capitán Scott en el Polo Sur." (Daily Mail, cit. en p. 289)

Expedición extraordinaria, ardua y muchas veces dolorosa, llega a su fin al alcanzar al Mar del Norte:

"La vida sencilla alejados de todo había llegado a su final." (p. 316)



 



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