El noruego Inge Solheim esquió el último grado de latitud hasta el Polo Norte y cuando alcanzó su meta, desplegó al aire la bandera que ha sido expulsada de China: la bandera del Tíbet. Esta es la primera manifestación de solidaridad de parte del deporte hacia el pueblo tibetano como apoyo a la violación de los derechos humanos de los que China constantemente hace gala.

Solheim manifestó que “es un honor traer la bandera tibetana a punto más septentrional de la Tierra. Espero que mi acción inspire a la gente del Tíbet y al resto del mundo a continuar en la lucha por los derechos humanos”.

Inge Solheim fue parte de la serie de la BBC sobre la carrera Amundsen y Scott al Polo sur y estaba guiando a tres de sus clientes al Polo Norte cuando desplegó la bandera.

“Es importante apoyar a los tibetanos porque su cruzada pacifista se encuentra con la violencia y la brutalidad. Son marginados en su propio país y muchos han sido forzados a emigrar”.