Jon Krakauer. Eiger Dreams: ventures among men and mountains. Anchor, 1997. 186 páginas. ISBN: 978-0385488181

Crecí con un cuerpo exuberante y energético pero con una mente nerviosa y hambrienta.  Queriendo, deseando algo más, algo tangible. Buscando intensamente una realidad, como si nunca estuviese allí.....Y ahora ves bien lo que hago: escalo. John Menlove Edwards

A primera vista, Sueños del Eiger es un libro sencillo, una colección de historias cortas, historias lineales, con una introducción un desarrollo y un fin.  Sin embargo, el libro como tal nos deja algo mucho más valioso.

La relación entre el hombre y la naturaleza siempre ha sido fuente de severos cuestionamientos, muy a menudo no de los practicantes en sí, sino de sus familiares, parejas y parientes cercanos. Hemos visto que no sirve de mucho preguntarle a un escalador “¿por qué escalas?” La respuesta podría ser demasiado superficial (“Porque está ahí”) o tan compleja que quizá no sea posible responder sin escribir un ensayo formal o un tratado filosófico.

Aquí, Krakauer no trata de respondernos por qué el explorador explora, o por qué el montañista sube montañas, pero sí nos muestra (como su subtítulo anuncia) varios ejemplos de la muy particular relación que suele presentarse entre naturaleza y ser humano, una revelación que no suele presentarse ante la primera observación y que es, cuando menos, diferente a lo que esperamos.

Al final, tal vez el embrollo no esté en responder ¿porqué escalas?,  sino en la comprensión de los lazos que se forman entre nuestro medio ambiente (paredes, montañas, desiertos) y el característico y constante cuestionamiento que siempre precede un gran reto y que, sin duda, es causa de nuestra naturaleza humana.

Un montañista no busca algo diferente, algo más profundo o algo menos estúpido que cualquier otra persona. Lo único diferente es que lo busca en otro lugar.