Hace aproximadamente cinco años, el Club de Escalada y Expediciones de Zacatecas, A.C. (CEEZAC) encontró una zona en la angosta cañada del arroyo de Presa de Linares en Fresnillo, Zacatecas, donde podía crearse una zona de escalada si se trabajaba en ello. Un trabajo arduo pero que sería gratificante.
Ahora, cinco años después, la zona fue abierta oficialmente a la comunidad escaladora del país en un evento de inauguracion en donde estuvieron presentes las autoridades municipales, representado por el licenciado David Monreal, y el presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, Alfredo Velázquez Íñiguez.
A la convocatoria del CEEZAC, el 5 y 6 de julio acudieron 250 escaladores de Monterrey, Saltillo, Aguascalientes, Guanjuato, San Luis Potosí, Querétaro, Guadalajara, Toluca, Distrito Federal y, por supuesto, los anfitriones de Fresnillo y Zacatecas.
La zona de escalada Linares, resalta por la calidad de la roca, ideal para la práctica de escalda deportiva, en ella miembros del CEEZAC han equipado un total de 80 rutas de entre 10 y 45 metros con grados de dificultad de 5.8 a 5.13+ distribuidas en nueve zonas principales.
La roca —riolita silisificada— permite equipar rutas de distintas modalidades pero todas ellas de gran calidad. Se pueden encontrar grietas, regletas, superficies que ponen a prueba la fricción del calzado, regletas laterales, slopers, pockets, desplomes y algunos techos, que en conjunto exigen gran técnica y destreza, además de que los anclajes se adhieren perfectamente y prácticamente no necesitan ser reemplazados por deterioro.
En la zona de Linares puede practicarse, además de la escalada, senderismo, bicicleta de montaña y campismo.
El primer gran paso fue la convocatoria que se hizo, pues tuvo eco en sitios web tan importantes como Montañismo y exploración, escalando.net y 8a.nu. El resultado: la gran afluencia de escaladores que escalaron y disfrutaron de la fiesta de apertura, aunque no pudieron hacerlo sino después del acto de inauguración, donde se mencionó lo que la cañada de Linares representaba hace tres años y lo que ahora representa: una nueva meta para los escaladores de todas partes del mundo, una zona donde se espera que los 200 pinos y 70 mezquites que se plantaron ese día, den más vida al lugar.