En el montañismo, la búsqueda de retos nuevos que mantengan el espíritu de aventura es casi una historia repetida continuamente. En los Alpes, lo importante era subir al Mont Blanc y luego a cada una de las cumbres de toda la cordillera. Cuando esto terminó, se buscaron las vías más difíciles. Una vez que se hubieron terminado las principales, se buscaron travesías largas.
Lo mismo se está repitiendo en el Himalaya, donde todos los ochomiles se han subido ya por más de una ruta y algunos por vías que parecen imposibles, como el ascenso ruso por la cara oeste del K2 del año pasado. Pero antes que sucediera este ascenso. Reinhold Messner y Hans Kammerlander realizaron la primera travesía de dos montañas de ocho mil metros de altitud sin bajar al campamento base para descansar.
Esa misma meta es la que se plantea ahora el equipo nacional de Kazajastán, dirigido por Ervand Tikhonovich Iljinsky. Pero el objetivo es diferente: unir el Lhotse con el Everest, la cuarta y la primera montañas más altas del mundo.
El Everest y el Lhotse. La vía a trazar es iniciando en el Lhotse (cumbre de la derecha) y después el Everest para bajar (posiblemente) por la arista que está en el lado izquierdo.
El plan es ascender al Lhotse por la vía normal y de ahí bajar al Collado Sur formado por el Lhotse y el Everest para después subir al techo del mundo. El descenso, por supuesto, sería por otra ruta, posiblemente la que abrieran en 1963 los estadounidenses por la arista Oeste. Esto la convertiría en una verdadera travesía y no sólo en un ascenso doble.
Quienes están involucrados en el proyecto son personas de reconocida competencia: Maxut Zhumayev (que tiene a la fecha 11 ochomiles), Vasiliy Pivtsov (también 11), Sergey Samoilov (cinco), Evgeniy Shutov (un ochomil: Dhaulagiri, en 2007 y un intento invernal al Makalu con la cordada Urubko/Samoilov), Alexander Sofrygin (intento a la arista norte del K2 en 2007), Kirill Belotserkovsky e Ildar Gabbasov (ambos con varios sietemiles Asia Central).
Quizá los más fuertes sean Max y Vaso, quienes tienen ya once ochomiles y quienes ya subieron el Everest. En su lista de ochomiles el Lhotse podría ser encarado de una manera muy original.
Lo que sí representa esta idea es un reto muy fuerte y llevar muy lejos la resistencia del ser humano, a límites que pocos podrían soportar. Pero la resistencia de Max y Vasily quedó demostrada el año pasado en su intento a la arista Noroeste cuando pasaron varios días por encima de los ocho mil metros y trabajando en nieve profunda.
Como quiera que sea, esta será una de las expediciones más seguidas por el mundo élite de los montañistas.
Maxut Zhumayev y Vasiliy Pivtsov.
Ruta de la expedición kazaja.