Ideario 106
1 abril 2003
En mi calidad de entrenador poseo un tremendo poder para convertir las vidas de mis atletas en algo miserable o glorioso.
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Es tiempo de que paguemos nuestras deudas y busquemos de nuevo los límites de lo posible, porque debemos tener tales límites si vamos a usar la virtud del valor para aproximarnos. Y nunca debemos romper esto de nuevo, aún si es imposible para nosotros alcanzarlos.
Reinhold Messner
He llegado a una conclusión escalofriante. Yo soy el elemento decisivo en la pista o en el campo. Mi actitud personal es la que crea el ambiente para el aprendizaje y el rendimiento personal. Mi estado de ánimo es el que convierte el día en interesante o aburrido. En mi calidad de entrenador poseo un tremendo poder para convertir las vidas de mis atletas en algo miserable o glorioso. Puedo ser un instrumento de tortura o instrumento de inspiración. Puedo humillar o animar, herir o aliviar. En todas las situaciones, es mi respuesta la que decide si la experiencia deportiva es positiva o negativa, y si mis atletas ganan o pierden autoestima.
Hiam Ginott
El mar es un medio que nos resulta extraño, desconocido e inesperado. El kayak de mar proporciona la oportunidad de aventurarse en un mundo salvaje e impredecible, con una embarcación que se mueve impulsada únicamente por la fuerza de los brazos, y dirigida por la experiencia y el conocimiento del palista. Afrontar de este modo el reto del mar hace que el palista viaje a lo genuinamente desconocido: los ocultos e inexplorados rincones de su propia alma. El palista de mar no depende ni del viento ni de un motor; no comparte con nadie ni la embarcación ni su responsabilidad. El palista desafía al mar en lo que parece ser la más diminuta embarcación, de apariencia más frágil que el más pequeño de los botes de vela. Sin embargo, el hombre que maneja bien el kayak, es el patrón de una de las embarcaciones más marineras del mundo.
Derek C. Hutchinson