Gregorio Martínez y Alfredo Córdova. Fisiología especial. Editorial Gymnos (Colección Biomedicina aplicada al rendimiento deportivo), Madrid. 2001. 166 páginas. ISBN: 84-8013-301-5
Entre los practicantes de los diferentes deportes de montaña es cada vez más común encontrar libros que antes eran raros, como entrenamiento, biomecánica, medicina e incluso fisiología. Pero ¿de qué trata un libro que se llame Fisiología especial? Los mismos autores lo explican en la introducción:
"Entre los deportes existentes, aquellos practicados en plena naturaleza someten al deportista a "situaciones especiales" que desde una perspectiva fisiológica o fisiopatológica encierran gran interés. En este libro de "Fisiología especial" trataremos de explicar la respuesta de los sistemas orgánicos a esas particulares situaciones." (p. 13)
Las situaciones "especiales" analizadas son diversas. Los autores, procedentes del montañismo ponen más énfasis en las situaciones de frío y altitud, en la que se nota que dominan la materia, aunque también tocan la nutrición, el buceo y la deshidratación (esta última también relacionada con el frío de la montaña).
Aunque los autores son prácticamente dos, el capítulo dos, sobre la hipotermia, es escrito por B. Marsigny, médico del hospital de Chamonix. Este capítulo es realmente importante, pues se analiza la hipotermia desde muchos ángulos y no sólo desde la clasificación convencional que los montañistas conocen (hipotermia moderada, suave o severa). Esta variedad de enfoques de un mismo tema hacen que el lector pueda conocer los diferentes efectos que el descenso de la temperatura corporal produce y pueda actuar conforme a ello.
El capítulo cuatro, "Patología por incremento térmico" es realmente un mero trámite y resulta bastante desequilibrado en comparación con los otros y aunque pudiera complementarse con el capítulo ocho, "Hidratación del deportista en situaciones especiales", al llegar a éste el lector se encuentra con huecos que debieran haberse llenado con anterioridad.
Independientemente del capítulo de buceo, del que no sabemos nada y preferimos dejar su análisis a los especialistas, el último capítulo, "Los ritmos biológicos en la práctica deportiva", es también muy claro.
Debido a la profundidad con que se toca la fisiología de cada caso, el libro resulta árido para quienes no conocen la terminología empleada, lo que reduce su alcance de lectores a los médicos, especialistas o entrenadores capacitados y entrenados para comprender este tipo de lenguaje. Pese a ello, el libro resultará muy importante para quien desee leerlo.