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Montañismo y Exploración
El libro de la supervivencia
1 septiembre 2003


Enfrentarse a una situación de supervivencia es prácticamente lo mismo que hacerlo frente a una situación de primeros auxilios. Sin embargo, parece que actualmente las personas aprenden supervivencia por el gusto de hacerlo y no como un medio que les ayude a sobrevivir realmente. En este libro, los autores muestran que una situación que ponga en peligro la vida le puede pasar a cualquiera.







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Bruce Tegner y Alice McGrath. El libro de la supervivencia. Editorial Universo, México. 1988. 320 páginas. ISBN: 968-35-0078-1


La supervivencia, ese tema que tanto se trae de boca en boca, es el tema de este libro, que pretende abarcarlo desde una serie de puntos distintivos. Temas como el agua, la comida, los primeros auxilios, higiene, fuego y otros son tocados de manera muy amplia pero, por lo mismo, demasiado superficial.

Dos características distinguen a este libro: la primera es que se trata de un libro donde la supervivencia es tratada no sólo para las personas que van al campo y que tienen que "sobrevivir en un medio adverso, a veces hostil", sino que también añade a la gente de las ciudades y poblaciones como posibles víctimas de un desastre y eventuales supervivientes. Ellos ¿qué tienen qué hacer y cómo afrontar una situación específica?

La segunda característica importante es que cualquier punto tratado se hace en base no sólo a una serie de indicaciones que tienen que seguirse para sobrevivir (algo que dista mucho de la realidad a la hora de la verdad) y tampoco tan vago como para decir que es sólo una mera manera de mostrar uno de los numerosos caminos que hay para ello. Lo valioso reside en que los temas son tratados en forma de datos, no de recetas.

Publicado por primera vez en 1982 (hace más de veinte años), este manejo de datos tiene con frecuencia errores que podrían pasar desapercibidos, lo que hace que el libro deba ser leído con mucha cautela. Por ejemplo, cuando se habla de "Cómo reconocer los síntomas" (de la deshidratación) se dice: "Entre las primeras señales de deshidratación que puede usted observar en su persona están: el oscurecimiento de la orina..." (p. 35)

El primer síntoma de deshidratación como tal es la sed. Como éste, hay muchos errores que habría que señalar, muchos de traducción.

Como libro general de consulta para cualquier persona que desee prevenir una situación angustiosa durante la supervivencia, es bueno, aunque demasiado profuso. En cambio, para quienes acostumbran leer libros de este tipo, resultaría bastante incómodo por la frecuencia de errores. Sin embargo, lo valioso "para ellos" es el tratamiento del tema.



 



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