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Montañismo y Exploración
El manual de supervivencia del SAS
15 febrero 2005

La supervivencia es considerada hoy como una especie de deporte en el cual hay que destacar. Sin embargo, la supervivencia no es más que vivir, pese a todo. Este manual es un excelente libro de consulta para aprender tips, técnicas, actitudes y detalles sobre la supervivencia en general y en cada ambiente en particular.







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John Wiseman. El manual de supervivencia del SAS. Paidotribo, Barcelona. 2002. 570 páginas. ISBN: 84-8019-635-X

 

La supervivencia se basa en saber aplicar los principios básicos y en adaptarlos a las circunstancias.

Libros de supervivencia hay muchos, quizá demasiados considerando la importancia del tema. Sin embargo, ninguno es lo suficientemente bueno como para poder decir que se trata de un buen libro. Lo más que hasta ahora había encontrado era un libro con técnicas, sí, pero parecían puramente descritas y obtenidas de otros más, cuando la supervivencia es lo más antiguo que tiene el hombre, pues ha logrado que su especie continúe.

Manual de supervivencia. paidotribo.comEste manual, escrito por un instructor de la SAS (Special Air Service, de Inglaterra) es muy diferente y tiene la misma consistencia de una roca sólida. Lo que se explica a través de sus páginas no son sólo técnicas en sí, sino un conjunto de habilidades, técnicas, experiencias, motivos y cientos de tips que son muy valiosos, vayamos a experimentar una situación de supervivencia o no.

¿Dónde? En donde sea: desierto, montaña, selva, ríos, mar, en la casa, en un auto, en todos los lugares donde el hombre pueda estar, sea por accidente o porque ahí tenía planeado estar.

“Debes empezar preparándote para ser un superviviente. Esto supone estar preparado en todos los sentidos.” (p. 10) “Casi en todas partes, la naturaleza provee las necesidades básicas para la supervivencia. En algunos lugares la provisión es abundante y en otros muy escasa, por lo que es necesario usar el sentido común, los conocimientos y el ingenio para sacar el mayor partido de los recursos naturales de los que disponemos. Pero lo más importante es la voluntad de sobrevivir.” (p. 12)

La cantidad de información es sorprendente, lo mismo que la profundidad de la misma: para un sobreviviente en mar (por ejemplo) es diferente estar metido en el agua sin embarcación, tener una de emergencia, estar en tierra o estar en una isla. Para cada una parece que se ha escrito un manual completo pero insisto: no por la cantidad sino por la calidad.

Lo mismo pasa con los primeros auxilios: se abunda en temas conocidos en los manuales pero desde el punto de vista de alguien que no tiene los recursos y no puede seguir un protocolo como lo enseñan los cursos.

¿Comida? Hay que buscarla y para ello se caza, se pesca o se recolecta. En cuanto a plantas, ¿cuántas puede conocer una persona que n ha estado en el campo? Se ofrece una prueba para identificar a las comestibles de las que no lo son, pero:

“Las pruebas para alimentos vegetales, por ejemplo, son el único método seguro para tener la certeza de si una fruta o una hoja específicas son comestibles o venenosas. Es poco probable que las personas en general, sufran algún daño si siguen el método cuidadosamente, aunque sí hay riesgos.” (p. 9)

Después de todo, se trata de sobrevivir, con o sin equipo, con o sin experiencia:

“Sobrevivir es el arte de permanecer vivo. El equipamiento del que puedas disponer debe considerarse un punto a favor… La falta de equipamiento no significa que estés desequipado, ya que llevas contigo tus experiencias y conocimientos, aunque no debes permitir que éstos queden atrasados y obsoletos, por lo que has de estar dispuesto siempre a aprender cosas nuevas.” (p. 12)

¿Cómo se prepara uno para una situación de supervivencia? Como punto inicial, uno nunca espera verse inmiscuido, pero puede estarlo: un terremoto, un accidente en carretera, cualquier cosa puede pasar y entonces estamos metidos de lleno en algo que no esperábamos. Pero la preparación no es únicamente durante la situación misma sino que se convierte (o es deseable que lo haga) en algo completamente natural:

“…los conocimientos de supervivencia no están sólo relacionados con las situaciones extremas como, por ejemplo, un accidente de avión sobre una montaña o un hundimiento en los mares del trópico o cuando se estropea el coche en medio del desierto. Cada vez que nos abrochamos el cinturón de seguridad de nuestro coche estamos aumentando nuestras posibilidades de supervivencia. Cada vez que miramos a ambos lados de la calle antes de cruzar o cuando nos aseguramos de que la llave del gas está cerrada antes de irnos a la cama, estamos poniendo en práctica técnicas de supervivencia instintivamente. Éstos son los hábitos que debemos desarrollar tanto como adquirir habilidades.” (p. 13)

Como esto, hay una gran cantidad de puntos que se pueden tocar para hacer un pequeño resumen, pero sería largo. A mi parecer es el único libro de supervivencia que está escrito con cantidad, calidad y su diseño mismo ofrece una gran rapidez de consulta, lo que lo convierte en lo que quiere su autor: un manual.

A diferencia de la gran mayoría de los libros que se autodenominan “manuales”, el autor considera que el suyo es: “Debe tenerse presente que éste es un libro de consulta para situaciones de supervivencia en las que lo más importante es precisamente sobrevivir, y en las que puede haber riesgos que sería una locura ni siquiera considerar la posibilidad de asumirlos en la vida normal. Sopesar estos riesgos forma parte de la estrategia de supervivencia. La elección final debemos tomarla nosotros y no podemos culpar a nadie más si escogemos la equivocada.” (p. 9)

El libro es extenso pero es excelente y puede ser leído por casi cualquier persona y sería deseable que quienes vamos a la montaña lo leyéramos como algo no específico (supervivencia) sino como un conjunto de consejos que se pueden tomar para mejorar nuestra estancia. Pero, al final de todo, el autor hace una observación muy precisa:

“No creas que el mero hecho de leer este libro te ha convertido en un superviviente. Te ha explicado las técnicas necesarias, pero eres tú quien debe aplicarlas y tú quien debe tener la capacidad para resistir. Cuando enseño personalmente a soldados o civiles cómo hacer frente a situaciones de supervivencia, parte de mi trabajo es procurar su seguridad. No puedo hacer esto para el lector de este libro. Sólo puedo dar información y consejos. No estaré allí para impedir que cometa locuras. No puedo hacer frente a situaciones individuales específicas ni puedo asegurar que lo que he escrito se haya entendido correctamente.” (p. 569)

El libro había sido editado antes por la Editorial Acanto, pero no tuvo mucha difusión. Con su aparición en Paidotribo, puede llegar a varios países.


Erratas

En la página 73 se recomienda usar el nudo “as de guía”, cuando el nudo no es recomendable. Quizá por no ser un libro para montañistas pueda pasar por bueno. Sin embargo, en la página 74 dice: “A la gente mayor y a los niños se les debe atar alrededor del pecho.” Las ataduras en el pecho pueden producir asfixia si la persona se cae.

Página 440: dice: “Las rickettsias patógenas, que no son ni bacterias ni virus…” Las rickettsias son bacterias.



 



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