Ideario 40
15 junio 2000
Hay un cierto placer perverso en esto de meterse en situaciones potencialmente peligrosas, sabiendo que tu experiencia y habilidad te permiten estar seguros.
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Hay un cierto placer perverso en esto de meterse en situaciones potencialmente peligrosas, sabiendo que tu experiencia y habilidad te permiten estar seguros. Encontrarse con un amigo a la incierta luz de la luna junto a los pies de una vasta pared montañosa y saber que puedes alcanzar su cima sano y salvo: eso da una maravillosa sensación de confianza. Quizá parezca algo absurdo y sin objeto, pero tener el coraje de ir y probar sólo por ver si puedes, reafirma todo lo que de noble hay en la humanidad. La actividad está racionalizada y medida cuidadosamente, y ahora debes actuar y hacerlo bien; es un momento de suspense. Cuando pones el pie en el primer apoyo y das el primer golpe de piolet entras en una nueva perspectiva, un mundo absoluta y cruelmente real. La fuerza de esto es indescriptible, tan vital en el primer paso como en el último, en la base como en la cima, y la intensidad sólo se desvanece gradualmente cuando vuelves al valle.
Joe Simpson.
Este juego de fantasmas