Soy un caminante y un escalador de cumbres. No me gustan los llanos y parece que la vida sedentaria no me viene. Y cualesquiera que sean los destinos y experiencias que aún tengo por delante, serán caminar y escalar cumbres; acaba uno por no experimentar más que a sí mismo. Recorres así tu camino de grandeza; ¡aquí ya nadie ha de seguirte con paso furtivo!, pues tu pie borra tras de ti el camino y encima de este esta escrita la palabra "imposibilidad". ¿Qué podría serme deparado aún que no fuere ya mío?

Friedrich Nietzsche

Somos Homo sapiens, los que usan herramientas. Obtuvimos el nombre por desarrollar herramientas para incrementar nuestra fortaleza sobre el mundo que nos rodea, y en este incremento de fortaleza tecnológica, vino un creciente sentimiento de poder. A esta posición de ventaja que nos protege de la naturaleza salvaje le llamamos civilización. Nuestra seguridad se incrementa mientras aplicamos más esta fortaleza, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de una soledad en la Tierra. Nos aglutinamos en ciudades que nos excluyen de los ritmos del planeta, del amanecer, mareas altas, cirros delgados muy altos en el cielo anunciando tormenta para mañana; la luna saliente, Orión desapareciendo más al sur en invierno. Percepciones obtusas y nosotros las aceptamos con sentimientos embotados en nuestra oscura soledad. Borracho de poder, me doy cuenta que estoy fuera de mis sentidos. Yo, hombre de herramientas, me pongo alerta para abrillantar mis sentidos otra vez, para que me lleven más cerca del mundo una vez más; en mi seguridad me he olvidado de cómo bailar.

Yvon Chouinard