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Montañismo y Exploración
Escalar: actitud y aventura. Introducción a los componentes psicológicos de la escalada
15 noviembre 1999

Además de la condición física, la escalada requiere una actitud definida que permita al escalador superar los problemas con que se encontrará en las alturas y no que se deje dominar por ellos… o por sí mismo. Escalar, actitud y aventura trata de analizar los problemas que se desarrollan en el interior de uno mismo.







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Walter Schädle-Schardt. Escalar: actitud y aventura (introducción a los componentes psicológicos de la escalada). Paidotribo, Barcelona. 1997. 204 páginas. ISBN: 84-8019-315-8

. .Un libro que hable sobre aspectos psicológicos de la escalada debe forzosamente llamar la atención de los escaladores, pues “...la multitud de publicaciones de libros y revistas otorgan un interés especial a la mejora de la técnica deportiva, la transmisión de principios tácticos, el entrenamiento de la condición física (fuerza, resistencia y flexibilidad), aspectos médicos, la necesaria seguridad y la protección del medio ambiente. Desde la perspectiva deportiva, en el montañismo no se considera suficientemente lo que respecta a sus acciones sistémicas y vivencias intensamente relacionadas con los sentimientos.” (p. 7)

A través de sus páginas se encuentran diversas explicaciones sobre la psicología del escalador, de las cuales extraemos tres como muestra: 1) la importancia de los “analizadores” del cuerpo para la escalada; 2) la activación del cuerpo y 3) el miedo.

Analizadores

“Debido a su especial significado nos ocuparemos de forma especial de los siguiente analizadores: la vista, el oído, el tacto, el sentido del equilibrio, el sentido de movimiento y el sentido del dolor”. (p. 31)

De todos ellos, el sentido de la vista es el más importante porque el escalador sefija en la roca y las asperezas que ha de tocar o pisar, se traza la ruta y se imaginan los movimientos a hacer. con la dirección de la mirada se establece también la dirección de la atención. “Según el grado de experiencia, el «tanteo visual» de una estructura pétrea conduce internamente a la anticipación mental de la ejecución de combinaciones de movimientos.” (p. 33) Sin embargo, conforme se adquiere experiencia, la vista va dejando de ser predominante y se usan otros sentidos, como el tacto y posteriormente el oído.

Activación

"Activación es el nombre que recibe la liberación de potencial energético del organismo, que nos capacita para iniciar actividades y mantenerlas en marcha. El hecho de la activación nos conduce a un estado de excitación que «vivencialmente se traduce como estado de alerta, excitación, tensión interior o por el contrario en somnolencia, sueñoo relajación.»” (p. 46)

Este estado puede presentarse en tres formas: “fiebre de salida, apatía de salida y activación óptima.” (p. 49) “El estado de activación cambia de un individuo a otro y sólo será reconocible en base a nuestra propia experiencia.” (p. 50) “Cada una de las actividades de escalada requiere de un umbral de activación óptimo, pero no máximo, que depende a su vez de la correspondiente habilidad. [...] Una activación en aumento no ha de llevar necesariamente a un elevado estado de disponibilidad y capacidad de rendimiento. Si la activación sobrepasa el nivel óptimo, nuestro rendimiento se verá mermado.” (p. 55) “Si no nos encontramos justamente en el estado adecuado de activación no debemos extrañarnos de nuestra falta de rendimiento.” (p. 56) “Dentro de unos límites podemos influir en nuestro nivel de activación. Para ello se aconseja un programa de calentamiento. El calentamiento consigue eliminar la fiebre de salida o elevar el bajo nivel de activación...” (p. 54)

Miedo


“...el miedo constituye un regulador natural para el reconocimiento y la valoración de peligros de muerte. El miedo cumple una función de protección que nos impide llegar a ciegas y sin preparación adecuada a situaciones peligrosas.” (p. 82) así que “...el escalador debe aprender a aceptar situaciones de miedo y de conflicto para pensar en soluciones. Se trata de construir conscientemente una tolerancia al miedo, buscando sistemáticamente situaciones cuya superación debe elaborarse mediante una activación elevada. Sólo tratándolo, el miedo nos resultará cada vez más familiar [¡!], más fácilmente valorable y regulable en menos tiempo, a través de la repetición de reacciones físicas y mentales parecidas.” (p. 110)

“El miedo puede producirse cuando llegamos a una situación en que no podemos actuar con un plan adecuado.” (p. 88) “Si vivimos el miedo en forma de una enorme amenaza perderemos notablemente en creatividad. Lo principal no es entonces la superación de la situación, sino una reducción del estado de ansiedad.” (p. 85) Además, “El diálogo interno con uno mismo y el aumento de la percepción de una falta de fuerzas propias hacen que disminuya el tratamiento del problema.” (p. 84)

“Cuando almacenamos contenidos en nuestra memoria no solamente nos fijamos en los «hechos desnudos», sino también en las sensaciones emocionales vividas. A esto se llama «marcaje emocional». (p. 85) “Con el fin de no almacenar vivencias de miedo en nuestra memoria, deberíamos volver a escalar inmediatamente después de una caída, siempre que estemos en condiciones de evitar un marcaje emocional negativo.” (p. 87)

El libro tiene algunos apartados más, como técnicas específicas para combatir el miedo y entrenamiento mental, que “se presta más para deportistas avanzados.” (p. 115) Tiene algunos ejercicios de calentamiento, que aunque pueden encontrarse de mejor calidad en otros libros, tienen el valor de verse tratados aquí como parte de la mentalidad.

Sin embargo, adolece de una falla: escrito a la manera de un cuaderno de apuntes de un profesor que va a dictar su cátedra a lo largo de un curso, parece ser una serie de fichas con datos e ideas. Sin embargo le falta la claridad de una redacción que haga el libro accesible a todo público y un lenguaje más común. Es un libro pesado de leer pero muy interesante si se le estudia a fondo. Por supuesto, no tiene ninguna receta que lo cure todo pero sí se pueden tener más elementos para observarse a uno mismo, como escalador, desde el punto de vista psicofísico.


Fe de erratas

En la página 48 (líneas 8 y 9) dice: “Por medio de la secreción de las hormonas de la médula suprarrenal...” Se refiere en realidad a la glándula suprarrenal.



 



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