Después del ascenso a la Aguja Guillaumet, Carlos Macotela e Ismael Pérez asedian al legendario Fitz Roy, pero una tormenta los detiene durante una semana dentro de una tienda de campaña. Este es el punto de vista de un Ismael cansado de inactividad.
La inauguración del nuevo muro de la Federación Me Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada se realizó el día 28 de febrero en las instalaciones de la CONADE. El muro, de aproximadamente veinte metros, causó una fuerte impresión en todos aquellos que lo vieron, pues superaba con mucho el muro en que participaran los escaladores en la competencia Panamericana.
Después de arribar al vivac piedra negra, con mal clima, decidimos esperar el momento oportuno para iniciar el ataque definitivo. Esperamos dos días para que esto ocurriera.
El maratón de escalada es una competencia donde se pondrán a prueba la resistencia, la estrategia y la velocidad de los equipos participantes, tendrán que realizar el mayor numero de rutas de diferentes grados de los Cantiles (Pericos) indicadas por el comité organizador, siendo el ganador el que acumule mas puntos o realice mas rutas. Las rutas se darán a conocer el día de la competencia y serán de diferentes grados.
Subí a la arista sin mochila, que me esperaría junto con Luis y Miguel y a lo lejos, con un poco de alegría mezclada con decepción, por fin veo la tan buscada Pared Oeste. Aún estaba a muchas horas de ahí. Pude ver una serie de pequeños montes y una travesía por terreno muy expuesto; me quedé con la duda de continuar por ahí o emprender el regreso.
La visión desató en todos nosotros ese sentimiento de anticipación de poder empezar a escalar de inmediato; sin embargo no era tan sencilla la cosa, pues primero había que armar el campamento y surtirlo desde un sitio localizado a ocho kilómetros de distancia y con un desnivel de unos 900 metros.
Después del ascenso a la Aguja Guillaumet, Carlos Macotela e Ismael Pérez asedian al legendario Fitz Roy, pero una tormenta los detiene durante una semana dentro de una tienda de campaña. Este es el punto de vista de un Ismael cansado de inactividad.
Después de arribar al vivac piedra negra, con mal clima, decidimos esperar el momento oportuno para iniciar el ataque definitivo. Esperamos dos días para que esto ocurriera.
Nunca pensé que el fin del continente estuviera tan lejos. Sólo miraba un mapa y me decía: 
Subí a la arista sin mochila, que me esperaría junto con Luis y Miguel y a lo lejos, con un poco de alegría mezclada con decepción, por fin veo la tan buscada Pared Oeste. Aún estaba a muchas horas de ahí. Pude ver una serie de pequeños montes y una travesía por terreno muy expuesto; me quedé con la duda de continuar por ahí o emprender el regreso.
