El viernes 21 de octubre comenzó el Festival Banff de Cine de Montaña en la Ciudad de México, que esta ocasión cumple diez años ininterrumpidos. Armando Dattoli, de la tienda de deportes de montaña Séptimo Grado, hizo la inauguración del festival.
El viernes 21 de octubre comenzó el Festival Banff de Cine de Montaña en la Ciudad de México, que esta ocasión cumple diez años ininterrumpidos. El público estaba emocionado porque se realizara el festival pero más que nada se corría un nombre continuamente: este año estará Reinhold Messner como invitado especial. Armando Dattoli, de la tienda de deportes de montaña Séptimo Grado, hizo la inauguración del festival.
Todo comenzó hace 35 años (1976) en el pequeño y bonito pueblo de Banff, en Alberta Canadá. Un grupo muy unido de escaladores buscó hacer un evento anual de entretenimiento que fuera entre la estación de escalada y la estación de esquí, una época del año que no hace tanto calor como para escalar pero tampoco la nieve está en condiciones para esquiar.
Armando Dattoli en la inauguración del X Festival Banff de Cine de Montaña en México.
Foto: Juan Manuel RIvero.
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Después de varias desveladas y seguramente muchas cervezas, el Festival Banff de Cine de Montaña había nacido. Ese día, el 31 de octubre, se proyectaron varias películas: la muy clásica de Mike Hoover (Solo), aquella donde un escalador solitario escala y encuentra una ranita metida en una rendija de la roca, la pone en su bolsillo y la lleva a la cumbre para después bajar y soltarla en un arroyo.
También se proyectaron Abime, de Roberto Sorato, que trata de una dramática caída en la Cima Oeste de las Tre Cime, en las Dolomitas.¡; The Lost World, de los ingleses Joe Brown y Don Whillans y que relata una escalada en una selva llena de escorpiones, serpientes y lluvia tropical de la Guyana. Y también el Filme Roraima.
Lo que comenzó como un día de entretenimiento viendo películas de escalada, se ha convertido en un evento de nueve días con varias salas simultáneas. Y además está su tour mundial, un viaje que abarca más de 500 presentaciones en todos los continentes, incluida la base Amundsen-Scott de la Antártida. Hasta el momento, la gira mundial se ha presentado en 350 ciudades de 32 países y supera una audiencia de 650 mil personas.
Esa es la historia resumida del Festival Banff. Ahora va la nuestra: cómo es que hay un Festival de Cine de Montaña Banff en México.
Hace diez años comenzamos con esta aventura y recuerdo el temor que teníamos: entusiastas como montañistas pero inexpertos en festivales de cine como organizadores, no sabíamos la respuesta que la presentación de un Festival de estas características podría tener en el público: ustedes. El resultado fue gratificante pues en un par de semanas habíamos vendido la totalidad de los boletos.
Esa primera vez comenzamos con dos días de funciones en una sala del Centro Cultural Universitario, después pasamos a presentarlo en dos salas simultáneas para aumentar la cantidad de asistentes, pues nos pedían más boletos. También aumentaron los días y la cantidad de filmes presentados. Hoy, estamos en la Cineteca Nacional con estos tres días.
En estos diez años hemos proyectado 105 películas, a las que debemos añadir las 16 de este año. Quienes quieran recordarlas, sólo tienen que ver su programa. En estos diez años hemos compartido con ustedes toda clase de emociones, desde la clásica exclamación de asombro cuando pasamos el video promocional hasta la risa y en ocasiones alguna lágrima escapada pese a la voluntad de no dejarla salir. Y claro, mucha adrenalina.
Pero no hemos estados solos en el festival sino que nos han acompañado personajes destacados: Héctor Ponce de León con una plática sobre el K2; Carlos Carsolio con su exposición sobre los 14 ochomiles y su viaje en parapente; Alberto Iñurrategui con una plática basada en una ética inamovible y una película dedicada a su hermano Félix que conmovió hasta el corazón más duro por su belleza y su calidad humana; Lo hermanos Ike y Eneko Pou con su película sobre la escalada en libre de la Torre de Trango; Jordi Pons narrando una historia de alpinismo; Tim O’Neill, quien nos arrancó con facilidad lágrimas de risa.
Este año, volvemos a estar acompañados y tendremos el honor de tener como invitado a alguien muy especial. Simplemente les digo que estará con nosotros el mejor y creo que ya todos conocen su nombre.
Queremos agradecer a la Cineteca, a los patrocinadores, a Carlos Carsolio, a Alfredo Velázquez, titular de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, a todos los voluntarios que nos ayudan: Paco Zamora, Alex, Elías, Cato, a los técnicos Oscar e Isabel (en sus manos está ahora todo el festival), a los amigos que nos ayudaron a difundirlo y a todos los que en estos diez años nos han apoyado de una u otra forma.
El Festival es un encuentro y eso es lo más importante: Definitivamente ustedes son el alma del festival. Muchas gracias y comencemos.