La verdadera escuela debe ser la naturaleza libre, con sus hermosos paisajes para contemplarlos, con sus leyes para estudiarlas, pero también con sus obstáculos para vencerlos.
Eliseo Reclus
Todo estaba vivo, y yo mismo formaba parte de la serie de impresiones visibles: me hubiera dolido tener que arrancarle una hoja a alguno de los árboles.
H. Davy
¡Hombre!, si quieres ser venturoso, contempla la naturaleza y acércate a ella; en ella está la fuente del escaso placer y felicidad que fueron dados a tu ser.
Gaspar Melchor de Jovellanos
…nunca como en la soledad de aquel sitio y en el silencio que me rodeaba el espectáculo del cielo estrellado hizo en mi alma una impresión tan profunda y durante algún tiempo permanecí como en un éxtasis.
Casiano de Prado
El cuerpo se limpia y restaura con el aire sutil de las alturas, y el alma se limpia y restaura con el silencio de las cumbres.
Miguel de Unamuno
…allí, a solas con la montaña, volvía mi vista espiritual de las cumbres de aquélla a las cumbres de mi alma, y de las llanuras que a nuestros pies se tendían a las llanuras de mi espíritu.
Miguel de Unamuno
No se envanezca señor, de vivir al pie de la más alta montaña o al borde del más caudaloso río del mundo, que si usted lleva una montaña de pensamientos en la cabeza o un río de sentimientos en el corazón, de poco habrá de servirles.
Miguel de Unamuno
...si no da uno más pasos que los que dieron otros, ¿dónde está el mérito, dónde la originalidad, dónde las iniciativas?
Pedro Pidal
Yo llevaba tiempo preguntándome: ¿No sería acaso posible intentar su ascensión? Que otros habían fracasado, ya lo sabía yo. Pero, ¿qué idea me formaría de mí mismo y de mis compatriotas, si unos extranjeros tremolaran la bandera de su patria sobre la cumbre virgen del Naranjo de Bulnes, en España, en Asturias y en mi cazadero favorito de robezos? Subir al Naranjo de Bulnes, ¡qué hazaña de alpinista más grande!
Pedro Pidal
Sobre esas cimas que son los verdaderos extremos de la tierra, el observador, invitado al resurgimiento por la grandeza de los objetos y el silencio de la naturaleza, contempla sobre su cabeza la inmensidad del espacio bajo sus pies la profundidad del tiempo.
Henry Russell