Christian Biosca. Enciclopedia de los deportes de aventura. La guía más completa de los deportes de aventura y riesgo. Edimat Libros, Madrid. 2004. 159 páginas. ISBN: 84-9764-482-4
| | Las aventuras, al menos aquellas que buscamos conscientemente, deben caracterizarse por un entorno natural de gran belleza y por una actividad que se desarrolle más allá de los límites ordinarios de nuestras vidas. |
Aunque hayan existido desde antes de que se les pusiera ese nombre, algunos deportes son llamados ahora “de aventura”, por supuesto, un epíteto más adecuado que “extremos”, que no dice nada.
“Los deportes de aventura, comúnmente denominados de riesgo, proliferan actualmente pues son un medio de escape para el hombre moderno. El estilo de vida que llevamos nos obliga a convivir diariamente con el estrés y a la vez a llevar una vida en exceso sedentaria. Ambas situaciones precisan de una válvula de escape, un modo de liberar la tensión, algo que cumplen a la perfección los deportes que se practican al aire libre.” (p. 6)
Con estas palabras de introducción, Christian Biosca define el objetivo de su libro: hacer una breve descripción de los deportes que él considera de aventura y que sirven, precisamente, para liberarse del estrés, aunque para algunos (no la mayoría) signifiquen mucho más que sólo esto.
El libro está dividido en varios capítulos de no más de diez páginas cada uno, espacio que se dedicó a una breve introducción del deporte, los requisitos necesarios para practicarlos, el equipo necesario, la técnica utilizada, un glosario muy breve y varias fotografías. Ya desde la introducción se menciona que “debe quedar claro que este libro sólo pretende ser una aproximación a cada uno de los deportes que en él aparecen” (p. 6).
Un libro de gran formato, es una buena introducción a cada uno de los deportes o actividades que se mencionan: ala delta y parapente; rafting, hidrospeed y piragüismo; submarinismo; windsurf, surf y bodyboard; montañismo, espeleología, descenso de barrancos, bicicleta de montaña y senderismo; esquí y snowboard son los deportes que se tocan aquí. Sin embargo, también se incluye actividades como el puenting o bungee y las travesías en todo terreno que, aunque difícilmente pueden ser consideradas deporte, tienen su auge en una parte de los viajeros.
En el capítulo dedicado al montañismo, se habla sólo de escalada en roca. Mala introducción. Corresponde a los especialistas de cada deporte dar su opinión de cada apartado. El lector debe recordar que sólo es una introducción a lo que se practica.
Aunque una buena introducción, deja de lado algo importante: la conservación del medio. De esta manera, lo que el autor considera como una característica importante (“deben caracterizarse por un entorno natural de gran belleza”), pronto se perdería.
