Ideario 174
1 marzo 2006
Aunque es posible limitar de manera sustancial los riesgos de escalar de primero, aprender a hacerlo es algo muy serio. No debes olvidar nunca que hasta la más mínima caída puede ser mala. La falta de concentración, la confusión de prioridades y el hacer mal las cosas traen como consecuencia piernas rotas, lesiones en la columna y heridas en la cabeza.
Michael Jewell
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¿Qué le importa si no tiene dinero?, él no necesita dinero; todo lo que necesita es su mochila con esas pequeñas bolsas de comida deshidratada, unos buenos zapatos y allá va a disfrutar los privilegios de un millonario...
Jack Kerouak
[Cortesía de Everardo Barojas]
...no se trataba tanto de que [Royal Robbins] tuviera éxito como de su tendencia a plantearse una nueva meta, un objetivo que supusiera un reto mayor, más hermoso, siempre tratando de perfeccionar la experiencia o de pasar por la experiencia perfecta en algún rincón esquivo y frágil de la aventura.
Pat Ament
No me supone ningún honor que piense que yo estoy a la altura de su idea de Â?buen militarÂ?... No puedo creer en serio en los principios e ideales del ejército y sufriría desde un puesto en el que tuviera que aparentar que creía en ellos...
Royal Robbins
Aunque es posible limitar de manera sustancial los riesgos de escalar de primero, aprender a hacerlo es algo muy serio. No debes olvidar nunca que hasta la más mínima caída puede ser mala. La falta de concentración, la confusión de prioridades y el hacer mal las cosas traen como consecuencia piernas rotas, lesiones en la columna y heridas en la cabeza.
Michael Jewell
...el mejor momento para escribir o hacer mapas y recordar y todo eso, es en medio de una tormenta...
Alfonso Vizán
En cuanto haya algo material que falle, tendremos siempre consecuencias serias, aunque se trate solamente del tirante de una saca. Supondrá un gasto de energía suplementaria que durará hasta el final de la salida, aumentando la fatiga, limitando los reflejos y reduciendo las capacidades de reacción y resistencia si sobreviniese cualquier imprevisto.
Georges Marbach y Bernard Tourte