Ideario 27
15 noviembre 1999
No podíamos ir a la ligera a sacar agua a los pozos después del oscurecer, porque había serpientes nadando en las charcas…
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No podíamos ir a la ligera a sacar agua a los pozos después del oscurecer, porque había serpientes nadando en las charcas, o arracimadas en nudos por sus orillas. Por dos veces hubo alarma en nuestro círculo de bebedores de café por el descubrimiento de cerastas. Tres de nuestros hombres murieron a causa de las mordeduras; cuatro consiguieron recuperarse después de no poco miedo y dolor, y de la hinchazón del miembro mordido. El tratamiento howeitat para las mordeduras consistía en vendar la parte mordida de un emplasto de piel de serpiente, y leerle al paciente capítulos del Corán hasta que moría.
T.E. Lawrence.
Los siete pilares de la sabiduría