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Montañismo y Exploración
Ideario 149
15 febrero 2005

Descender a esas profundidades tras descolgarse por innumerables pozos y arrastrarse por sucias y estrechas gateras, mojados, viviendo agotadoras sesiones y durmiendo varias noches seguidas bajo tierra, es algo que no está al alcance de la mayoría de los humanos.

José Martínez







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Yo, personalmente, también quiero subir para acabar, recobrar la dulzura de la vida, librarme de la cumbre, estar bajo los árboles y contemplar las nubes desde abajo.

Gerardo Blázquez


Siempre me ha gustado ir solo al monte y no ha sido por hacerlo más difícil, sino porque me produce un gran bienestar. Existe, al menos en mi caso, una relación mucho más directa con la montaña, además de tener una absoluta libertad de tomar decisiones.

Fernando Garrido


Popoca, Veracruz. Foto: Amílcar AnayaDescender a esas profundidades tras descolgarse por innumerables pozos y arrastrarse por sucias y estrechas gateras, mojados, viviendo agotadoras sesiones y durmiendo varias noches seguidas bajo tierra, es algo que no está al alcance de la mayoría de los humanos.

José Martínez


Cierto es que el camino es lo importante, pero hay pocas cosas en el mundo tan mágicas como llegar a una cumbre. Un libro acaba en un punto, una partitura lo hace con un trazo vertical, con una última nota. Un cuadro con una pincelada, una película con una palabra de tres letras. El mar acaba en el horizonte, el mundo todavía no se sabe cómo. Pero una montaña y una ascensión culminan en un vértice, en un punto a partir del cual ya no se puede seguir más. Y eso tan sencillo, ¿no es algo más francamente maravilloso?

Ferrán Latorre



 



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