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Montañismo y Exploración
Steck y Bowie se retiran del Himalaya sin la cumbre del Everest
1 junio 2011

El ambicioso proyecto Ueli Steck y Don Bowie de escalar tres ochomiles en esta temporada no cristalizó por completo: después de haber subido Shisha Pangma y Cho Oyu, el frío les hizo darse vuelta en el Everest.







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El guía suizo Ueli Steck y el canadiense Don Bowie plantearon escalar tres cimas de ochomil metros en el Himalaya en esta primavera. Un proyecto ambicioso, sin duda. El primer ochomil en ser ascendido fue el Shisha Pangma, en el Tíbet. Su ascenso fue toda una sorpresa porque Steck lo hizo en solitario y la expedición se retiró a los pocos días de haber llegado al campamento base.

El Cho Oyu.
Fotos: Dan Bowie y Ueli Steck.
Click para agrandar.

Cho Oyu: mucha gente

El siguiente fue el Cho Oyu y Steck lo resume así:

“El 5 de mayo intentaremos la cumbre. Si no funciona, esperaremos un día más. El 10 de mayo iríamos al campo base del Everest con o sin la cumbre del Cho Oyu. Esperar eternamente al buen tiempo en el ABC no es una opción. Ahora el Cho Oyo, luego el Everest y después, ¡a casa! Debemos estar atentos: aquí se trata de aclimatarse, no de reducir el tiempo. Tenemos que estar preparados para el Everest.”

Llegaron a un campamento intermedio (6,850 metros) y a las 3:30 del día siguiente alcanzaron el campo 2 (7,200).

Ueli se aproxima a seracs a los 6,600 metros.

“Mientras [Don] se queja de sus pies fríos, los míos están calientes. Tengo un sistema de calentamiento en mis botas y ahora tendré la oportunidad de cambiarle las baterías y así tendré 5½ horas más de calor… Ahora van dos franceses también a la cumbre junto con un sherpa. Somos cinco ya. En el campo 3 (7,600 metros) Paul, un guía de Chamonix, nos ofrece té. Luego nos movemos por la Franja Amarilla, una franja de roca con cuerdas fijas. La escalada no es difícil. Pasamos a la mayoría de los alpinistas al final de la Franja Amarilla. Nuestros dos colegas de Bolivia, Elio y Bernardo, están muy lejos…

Don y Ueli a los 7,000 metros.

“Estoy contento de traer mis bastones de carbono. Son más útiles que un piolet. Después de una travesía a la derecha, nos movemos hacia una cornisa sobre el campo de hielo de la cumbre. Recuerdo las palabras de Elizabeth Hawley en Katmandú. Decía: “Si no puedes ver el Everest, no estás en la cumbre.”

“Aún nos llevó un tiempo hasta que finalmente vimos el Everest. Estuvimos en la cumbre alrededor de 10 minutos. Este era mi segundo pico de ochomil metros en 18 días. Ya sentía que no estaba tan fresco como en el Shisha Pangma. Fue una buena montaña y también toda la gente que encontramos ahí. Claro que no todos eran alpinistas, claro que la ruta es técnicamente menos demandante. Pero la cumbre está a 8,201 metros. Todos consiguieron su objetivo. Ahora estoy un poco cansado. Dos montañas pesan en mis huesos.”

Ueli se aproxima a la cumbre del Cho Oyu.

Everest: dos montañas distintas

“El campamento base es algo surrealista. El tiempo parecía volverse bueno. Sentíamos el nerviosismo de los demás alpinistas. La mayoría de ellos han estado aquí por semanas a 6,400 metros esperando una ventana de buen tiempo. Nosotros sólo llegamos y lo tomamos con calma. No quiero estresarme porque no sé cuánto se ha recuperado mi cuerpo de los pasados dos ochomiles. Quizá estoy demasiado exhausto, pero lo intentaré.

El Everest.

“Como nosotros subiremos sin oxígeno estaremos escalando realmente otra montaña de la que los otros alpinistas hacen con oxígeno. Decidimos empezar a los 7,700 metros. Miro hacia la montaña. Para mí esto es algo Nuevo. Nunca había visto tanta actividad. Los sherpas establecen campamentos confortables y llevan equipo y oxígeno. Muchos alpinistas comienzan a subir desde el collado norte con máscaras de oxígeno a 7,000 metros.

"En el Shisha Pangma estaba completamente solo, en el Cho Oyu había un montón de gente incluidos los sherpas, pero aquí, en el Everest… esto es un mundo completamente diferente. No necesitamos ningún piolet en esta montaña. Las cuerdas fijas están instaladas sin interrupción desde el inicio hasta la cumbre, así que llevo crampones y mis batones.

Ruta del Campo 1 al Campo 2.

"El 19 de mayo Don y yo dejamos el Collado Norte y al día siguiente llegamos al campo 2 después de 2:30 horas. El tiempo ha empeorado. Comienza la tormenta. Los peligros son enormes, especialmente aquellos que comienzan con el fuerte viento de la arista. Con este viento no podemos subir. Imposible. Tendríamos congelaciones rápidamente. Le digo a Don que debemos al menos intentarlo. A las 11 pm salimos de la tienda. Estamos bien aclimatados. Sólo el viento y el frío son terribles. Dos va cien metros detrás de mí y cuando grita algo entiendo sólo trozos.

“A los ocho mil metros, Don se regresa. Siente sus pies muy fríos. Ese es un problema crucial sin oxígeno: ¡el frío! Adonde quiera que voltee, veo luces delante de mí. Una cadena de luz corre sobre la arista. Ahora veo tiendas del campo 3, así que debo estar ya en los 8,300 metros, la mitad del camino hacia la cumbre está ya detrás de mío. Me siento bien y no siento la necesitad de descansar.

Entre el Campo 1 y el Campo 2.

“A pesar de mi traje de pluma y el movimiento continuo, no me siento caliente. Me gusta el ascenso, aunque no tenga mucho que ver con escalada. Más bien diría que es una caminata. En la arista voy hacia el Primer Escalón. Aquí tengo que escalar poco y no uso las cuerdas fijas porque no sé qué tan bien puestas estén. Ahora al famoso Segundo Escalón, una pared rocosa de 30 metros hecha accesible por una escalera. Cuando alcanzo la parte alta, veo a los primeros alpinistas delante de mí. Van muy despacio.

Campo 2, a 7,800 metros.

“Finalmente amanece. Espero que el sol pueda calentarme un poco, pero no siento diferencia. Mis pies están adormecidos desde hace rato. Puedo sentir cómo mis talones se ponen fríos y sin sensaciones. No es un buen signo. Voy hacia el Tercer Escalón. Un Sherpa me dice que necesitaré cuando más una hora para alcanzar la cumbre. ¿Lo hago? ¿No lo hago? No está lejos… pero mis pies… Estoy en otra montaña, sin oxígeno. Debo aceptar esto. Me doy la vuelta rápidamente. No voy a sacrificar ninguno de mis dedos por el Everest. Estoy completamente en forma, me muevo con rapidez y alrededor de las 9 am estoy de regreso en el campo 2. El mismo día, Don y yo llegamos al ABC.

"No voy a sacrificar ninguno de mis dedos por el Everest."

“La aventura del Everest se acabó. Lástima, lo estaba haciendo bien. Me di la vuelta a cien metros de la cumbre. Por supuesto, hubiera sido hermoso pararme en la cumbre. Por un momento tuve el pensamiento de pedirle a un sherpa que me dejara respirar oxígeno 10 minutos. Entonces tendría mis pies calientes de nuevo. Pero entonces hubiera estado en otra montaña. Así que mejor ir abajo. El Everest estará ahí y puedo regresar.

Ver Everest en un mapa más grande



 



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