El rapel es una técnica más que con frecuencia la mayoría de la gente confunde con un deporte: “¿Practicas rapel?” Pero no es más que una técnica. Quizá sencilla y por eso mucha gente con una cuerda la intenta practicar después de haber visto a otros descender por la cuerda. Detrás de su aparente sencillez hay un protocolo de seguridad que seguir al pie de la letra.
Los anclajes deben ser de buena calidad para hacer rapel.
Fotos: Héctor Barrón.
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Pero esta vez no hablaremos del rapel, sino del rapel simultáneo o “simulrapel”, es decir: el rapel hecho por dos personas al mismo tiempo. El procedimiento es igual al momento de colocar la cuerda para descender: de un punto, cuelgan dos extremos de la misma cuerda. Muchas personas hacen un nudo al rapelear. Es obligatorio si la cuerda no llega al suelo (o si son varios rapeles en una misma pared), pero no lo es cuando se sabe que la cuerda llega al suelo.
Después, la persona coloca en su ATC (ocho, piraña, marimba, rack, o cualquier otro dispositivo) en las dos cuerdas que penden al vacío y se deja deslizar controlando su velocidad y usando un nudo que lo autoasegure a la misma cuerda o, si es principiante, lleva una cuerda que alguien más controla desde arriba por si pierde el control.
Aprendiendo la técnica
En el rapel simultáneo, esta segunda parte cambia: la idea es que como son dos cuerdas las que penden al vacío, dos personas pueden bajar al mismo tiempo. El proceso es el mismo salvo que cada uno baja por un extremo de la misma cuerda. Eso requiere de procedimientos extra para hacer seguro el descenso. De entrada, en lugar de una persona, estarán bajando dos del mismo anclaje, por lo que se requiere que éste sea a prueba de bombas. Un poco por debajo de eso, es preferible no hacerlo en simultáneo.
El siguiente punto obligatorio es hacer el nudo en cada extremo de la cuerda, no importa si toca el suelo o no.
Un tercer punto es que ambos deben llevar su nudo de autoseguro. Como se trata de dos personas bajando a la vez, con seguridad tendrán experiencia, pero eso no quiere decir que sean inmunes a las fallas. Pueden perder el control por alguna razón. Si eso pasa a uno de ellos, se deslizaría sin control y continuaría cayendo una vez terminado su extremo de cuerda. Entonces, su compañero se vería descendiendo por una cuerda que ahora ya no está sujeta a nada (su “anclaje” era su compañero). En esta situación, seguramente caería hasta el suelo, igual que su compañero.
Aunque el rapel es una técnica común, en escalada no se usa más que en casos de necesidad. Si un escalador puede bajar de la pared por otro lado, lo hace. Pero aunque llega a usar muchas veces de la técnica de rapel, es muy raro encontrar a quien lo haga simultáneo. Pero generalmente no están bien fundamentadas las razones por las cuales hacerlo de esa manera.
En primer lugar está la seguridad, aunque bajar les cueste más tiempo. Ninguna prisa justifica el uso de un rapel simultáneo donde la posibilidad de que ambos caigan es muy elevada. Prácticamente ningún escalador sensato y con experiencia confiaría de la habilidad de su compañero en un rapel y no por no confiar en su compañero, sino porque se le añade un riesgo que pone en peligro la seguridad. Sólo por eso.
Hay muchos casos de accidentes en donde pudo estar implicado como causa el rapel simultáneo. Sin embargo, la falta de detalles o de informes no permite apuntar hacia la causa concreta y todo queda en especulaciones.
Nosotros recomendamos no usar el rapel simultáneo. Es, como ya hemos dicho, una técnica que pocas veces puede justificar su uso y que añade un elemento de riesgo a algo que ya es potencialmente riesgoso. Sin embargo, es seguro que seguiremos viendo en las paredes a gente que lo use. Si es así, sólo les pedimos que sean extremadamente cuidadosos con los pasos que deben seguir para que sea seguro.
