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Montañismo y Exploración
Primer ascenso directo a la cara Noreste del Picacho del Diablo
18 enero 2011

Tres montañistas de Baja California realizaron en el 2009 el primer ascenso por la cara noreste del Picacho del Diablo, por una ruta que denominaron "Las tres Erres".







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Enclavada en la Sierra de San Pedro Mártir, la montaña más alta de la península de Baja California tiene más de tres mil metros de altitud y es muy visitada, sobre todo por estadounidenses, que la tienen al alcance de su mano. En 1979, Carlos Rangel y dos escaladores más, hicieron un intento de escalar la cara noroeste, una pared de más de mil metros de altura, por una vía directa, pero la pared tenía muchos obstáculos y bajaron luego de haber ascendido 240 metros.

La pared noreste del Picacho del Diablo con la ruta "Las Tres Erres" marcada en negro.
Fotos cortesía de los miembros de la expedición.
Click para agrandar.

20 años después, Carlos Rangel regresaba con otros compañeros y realizaron el primer ascenso registrado de la pared. Sin embargo, como sus compañeros no eran escaladores, decidió evitar los problemas principales de la ruta después de haber escalado un paso que implicaba escalada natural. De ese punto, salieron hacia la izquierda de la pared para tomar una arista y llegar a la cumbre sur.

En el 2009, tres montañistas de Baja California retomaron el reto y se dirigieron a El Escudo con la intención de ascender la pared por una ruta más directa y el resultado fue llegar entre las cumbres norte y sur. Su ascenso, aunque había pasado desapercibido para nosotros, es digno de elogio y reproducimos con su autorización el relato que publicaron entonces en su blog.

Lo logramos: Picacho, cara este. Noviembre de 2009

Tal y como lo programamos resultó. Estoy contento de haber hecho realidad un sueño muy mío de hace muchos años en compañía de mis amigos Luis Reyes y Alejandro Reyes, aunque se apellidan igual, no son parientes. No sé si ya alguien subió el Picacho por esa misma ruta, el hecho es que llegamos a la cumbre por la Cara Este, siguiendo la cañada que parte en dos a la majestuosa pared del Picacho bajacaliforniano.

Para mí había sido una idea que veía muy lejana desde hace más de 25 años, y al pasar de los años parecía que se escapaba de mis manos. No fue sino hasta hace un año [2008] que me propuse subirlo y así, saber con certeza qué pasaría, porque sólo pocos montañistas se han atrevido aproximarse a él por el cañón La Providencia.

Sólo algunos relatos de norteamericanos hablan de la ruta Este, Carlos Rangel la conquistó por la ruta que él nombro El Escudo, pero no habla de haberlo subido por donde nosotros. En el Internet no hay relato alguno de que alguien haya hecho cumbre por la cañada de en medio, que lleva hasta el parteaguas entre las dos cumbres.

Por tal motivo, creemos que el 15 de noviembre de 2009, Luis Enrique Reyes, Alejandro Reyes y yo, Antonio Rosquillas, abrimos una nueva ruta al Picacho del Diablo o Cerro de la Providencia por la Cara Este, tomando parte de la ruta de Carlos Rangel, El Escudo, pero continuando a partir de los 2,400 metros, por la cañada de en medio, o más bien, la ruta ahora llamada “Las tres Erres”.

El júbilo de haber llegado al parteaguas y luego a la cumbre disminuyó cuando enfrentamos la realidad de continuar hasta llegar a Campo Noche en el cañón del Diablo ese mismo día, una bajada con 25 kilos en la espalda que duró  alrededor de seis horas. A la mañana siguiente remontamos casi mil metros en una caminata de casi ocho horas más, para llegar al campo Padre Kino, ya en el Parque Nacional, del lado del observatorio astronómico.

Esta es una ruta sin precedente en la historia del Picacho del Diablo.

Toda la excursión nos tomó desde el jueves 12 de noviembre de 2009 a las 8 a.m., hora en que empezamos la caminata en la base de la sierra en el desierto, a 500 metros, hasta el lunes 16 a las 5:30 p.m. que llegamos a los carros.

Más adelante tendré que hacer un relato detallado de la ruta, la experiencia, la vegetación, la topografía, los sitios con agua y lugares recomendados para acampar para dejar descrita nuestra ruta para aquellos montañistas que se atrevan a aventurarse por una de las zonas más remotas e intrincadas de la Sierra se San Pedro Mártir.

Además de su relato que el mismo Antoni considera incompleto, en conversación personal, comentó que:

“El clima nos favoreció muchísimo, nublados altos los dos primeros días en las partes bajas —desierto—, luego se despejó;, un poco más frío en las noches por lo claro del cielo y la altura, pero los día templados. El agua fue un punto crítico, ya que no sabíamos hasta donde la encontraríamos y tener que cargarla, pues uno la piensa, sin embargo ya sabemos, para la próxima, que encontramos agua todavía hasta los 2,600 metros, junto con un poco de hielo a la sombra.

“Hicimos dos escaladas de 5.6 o 5.7, [en realidad, 5.9] —la primera también la hicieron ustedes, de acuerdo a las fotos de tu relato—; en ambas se utilizó equipo de protección para no escatimar seguridad en ese lugar tan remoto, una a los 2,400 metros y otra más fácil, a los 2,850 aproximadamente. Ése es el paso más técnico, luego hay otro que no representa mayor bronca.

“De ahí en fuera, todo estuvo a pedir de boca. Toda la cañada está muy fácil, panorámica y divertida, pequeños pasos que salvar, pero nada serio. Claro, la demanda física de volver a subir por la ruta tradicional por el lado oeste desde Campo Noche, hasta llegar a Vallecitos en el parque San Pedro Mártir con todo el peso en la espalda, aunque disminuido por cuestiones propias del avituallamiento.

La pared noreste del Picacho del Diablo vista a pocos metros de su base. Se yergue como una pared impresionante y lisa.

“Me quede con el gusanito de no haberlo subido todo por la cara este, ya que llegamos al collado y parte aguas, entre los dos picos, y de ahí subimos a la cima por la cara oeste, así que no está hecho todo el trayecto como queríamos, pero bueno, creo que fue suficiente.”

Notas

En el intento de ascenso de 1979, Carlos Rangel Carlos Rangel denominó a la pared El Escudo. La ruta que ascendieron en 1999 aún no tiene nombre.

Aunque desde el desierto se ve completamente, la pared tiene una orientación noreste, no este, como menciona Antonio Rosquillas. La orientación de la pared se puede ver en Google Maps y Google Earth.

Ver El Escudo, SPM, México en un mapa más grande

Galería fotográfica »

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