Quiero platicarles de lo que sucedió este domingo en la zona de escalada llamada El Diente, muy cercano a Guadalajara, y lo hago no con morbo o sólo por contarlo sino con el afán de reflexionar y aprender de las situaciones.
El día de ayer domingo como a eso de las 11, 11.30am me encontraba escalando con mi familia en una roca conocida como “El Dientito”. Era un día con poca gente escalando y apenas comenzábamos a ponernos el equipo cuando mi prima de ocho años gritó “¡Se aventó el señor, se aventó el señor!” Casi al mismo tiempo escuchamos ese sonido inconfundible de un cuerpo que golpea el suelo, un sonido muy fuerte, a pesar de que estábamos a más de 150 metros de ahí.
El Diente, en Guadalajara, Jalisco.
Fotos cortesía de Rigoberto Buenrostro.
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Rápidamente volteé hacia ese lugar y en la roca conocida como La Calavera había unas muchachas pasmadas. Sobre la ruta “Espacio temporal” se apreciaban anillas puestas y una cuerda a media roca. Durante un momento no se escuchó nada hasta que las muchachas comenzaron a gritar. Por la altura de la roca, pensé que la caída habría sido mortal, pero pronto se escuchó una voz que gritaba “No te muevas” y pasé a la posibilidad de que estuviera vivo el accidentado.
Todos miraban la escena pero ningún escalador iba hacia el lugar. Como médico, sé que poco podría hacer en el lugar pero al menos trataría de ayudar en lo posible o que durante su traslado pudiera ser lastimado más de lo que estuviera.
En la base de la roca vi a un escalador de 51 años ya incorporado. Por lo que vi, tenía traumas múltiples, heridas superficiales en el cráneo, una luxación y quizá fractura en su tobillo izquierdo, pero pese a todo estaba neurológicamente estable y tranquilo, aunque preocupado por averiguar qué es lo que había hecho mal. Era en lo único que pensaba.
Las mujeres comenzaron a llamar a cuanta gente podían. Traté de calmarlas y de que pidieran una ambulancia para evacuarlo de la zona. Sin embargo, llamaron a cuantos pudieron.
La vida del escalador no corría peligro y la ayuda venía en camino, así que me retiré y observé la ruta que había estado subiendo. También pregunté lo que había pasado. El asegurador comentó que estaba ya en la parte alta de la roca y se dirigía a encadenar cuando su compañero cayó. El accidentado comentó que el nudo se desató y fue el motivo por que sufrió la caída.
Diez minutos después llegaron familiares y una patrulla de policía. Otros diez minutos y llegaron los bomberos, Cruz Verde, otras dos patrullas de policía y una ambulancia de Cruz Verde. Evacuaron al herido y la calma regresó al lugar.
¿Por qué digo que es una historia para reflexionar?
No creo que el nudo se deshiciera, como lo asegura el escalador que sufrió la caída. ¿Y por qué digo esto? La cuerda quedó a media roca y se salió de las últimas dos anillas. Si un nudo ocho se deshace, al menos tendría que haber quedado el medio nudo (es decir, sin completar) pero la cuerda estaba limpia, sin nudos.
Además, el escalador no estaba ejerciendo peso sobre la cuerda en el momento de la caída, pues estaba de pie en una repisa y cayó con la espalda hacia la roca. Estaba a punto de encadenar la ruta, así que posiblemente intentara encadenar sin asegurarse, se quitó la cuerda y la repisa es amplia tal vez se sintió seguro de su maniobra, pero la incógnita es que le hizo perder el equilibrio.
El escalador sobrevivió por milagro: fue una caída de más de nueve metros de altura y cayó sobre terreno rocoso; tal vez la misma caída con la espalda hacia la roca y que la ruta tiene la gravedad a favor sirviera para que no fuera mortal su evento. Además, su cabeza no golpeó directamente en la roca; lo que produjo sus heridas en la cabeza fue que llegó al suelo con el pie izquierdo y la espalda y rebotó.
Por otro lado, se activó la mayor cantidad de alertas de emergencia, quienes iban con el escalador llamaron a los números de emergencia. Después del incidente, los bomberos no permitieron durante un buen rato el paso a los escaladores e hicieron advertencias serias para asustar a los que llegaban.
Es muy importante que escalemos con las técnicas adecuadas, los riesgos naturales de este deporte deben ser controlados, si usamos el equipo de manera correcta y las medidas básicas de seguridad, aseguramos un buen fin de semana y mucha diversión que de eso se trata escalar. Si vas en compañía de tu familia y con amigos, hay que enseñar con el ejemplo para que no aprendan las malas técnicas.
También se debe estar preparado para caso de alguna emergencia y saber qué hacer: si se activan todas las alarmas sin ser necesario los cuerpos de emergencia se encargarán de hacer este tipo de accidentes más grande lo que son y señalarán a la gente que se quiera “subir a las piedrotas”. Yendo un poco más lejos, la zona quedaría “marcada” y podrían venir las prohibiciones, las clausuras. De hecho, me pareció raro que no apareciera la prensa a pesar de la movilización, pero hoy por la mañana vi la nota publicada: lo esperaban en la Cruz Verde, preguntas en mano.
En otras zonas de escalada, más que nada en el centro del país, he visto que el casco se usa más que en Guadalajara. Aquí sólo he visto que lo usan en los cursos de los grupos de montaña y en empresas de turismo de aventura. Lo más importante es cuidar nuestras vidas pero también cuidar nuestro deporte y nuestras zonas para poder seguir disfrutando de los deportes de aventura.
Resumen técnico
Lugar: El Diente, Guadalajara, Jalisco, México
Terreno: Roca
Ascenso/descenso: durante el ascenso
Causa inmediata: Probablemente una falla de coordinación
Causas que contribuyeron:
Otros
Edad: 51 años
Nivel de experiencia: medio
Fecha: 20 de marzo del 2011
Tipo de heridas: traumas múltiples, heridas superficiales en la cabeza, una luxación y quizá fractura en su tobillo izquierdo