Chad Kellog comenta desde el CB: “El 17 de mayo alrededor de 50 personas hicieron la cumbre; la noche del 22 estará más concurrida.” Por la ruta norte o la del sur, decenas de montañistas están avanzando ya hacia los campamentos superiores para alcanzar la cima del Everest. Entre ellos está un niño de 13 años: el estadounidense Jordan Romero. Jordan está en estos momentos en la montaña rumbo a la cima, en el campamento 2.

Jordan Romero en el Everest.
Fotos: cortesía de jordanromero.com

El año pasado tres jóvenes estadounidenses intentaron el Everest desde el sur: Johnny Strange y su padre en una expedición de Scott Woolums; Johnny Collingson lo hizo con Damian Benegas y Erica Dohring estuvo con Dave Hahn. Los dos Johnny hicieron cumbre, pero Erica fue enviada de regreso por su guía. El Everest era la cumbre que Johnny Strange le faltaba para terminar las Siete Cimas.

Actualmente, el récord de mínima edad en encumbrar el Everest pertenece a la nepalí Mingkipa Sherpani, que alcanzó la cumbre a la edad de 15 años junto con su hermana un poco mayor. Las dos chicas fueron por el lado del Tíbet puesto que Nepal prohíbe el ascenso a menores de 16 años.

Jordan Romero quiere llegar a la cima del Everest pero también acabar las Siete Cimas, así que también sube por el lado tibetano, que no tiene este tipo de restricciones. En Argentina, sus padres tuvieron que obtener un permiso de un juez para escalar el Aconcagua, que tiene una restricción de 14 años.

Jordan escala con su padre Paul Romero y su compañera: Karen Lundgren. Usan oxígeno suplementario y sherpas pero no llevan guías.

La presencia de Jordan en el Everest ha causado polémica en el que se han formado, por supuesto, bandos: unos esgrimen el ejemplo que puede llegar a ser para los niños y jóvenes que este chico de 13 años llegue a la cima, mientras que otros cuestionan fuertemente la experiencia y responsabilidad de los adultos que lo acompañan. En cualquiera de los dos casos se han planteado serios argumentos, pero lo cierto es que Jordan está ya en el campamento dos y se dirige a la cima, a esa ventana de buen tiempo en la que la cima estará abarrotada, según Chad Kellog.