MyE: ¿Qué hace un montañista cuando tiene una emergencia? ¿Hay algún número específico al cual pueda llamar?

Jean Paul: Existe un número para llamar: el 136. La llamada llega al CSA y automáticamente deriva a la Unidad más cercana a la emergencia. También existen números móviles o fijos que hemos dado a conocer a la comunidad. Tenemos “Patrullas de Avanzada” en los sectores más turísticos y eso gracias a que algunos de nuestros voluntarios radican ahí. Eso nos otorga ventaja para llegar al lugar y encontrar a quienes solicitaron nuestra ayuda.

MyE: ¿Hay otros grupos de rescate además del Cuerpo de Socorro Andino de Chile?

Jean Paul: Aparte del personal del ejercito que trabaja y tiene unidades de montaña, existe K-SAR (perros) y en algunas ocasiones personal del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros de Chile (GOPE, Policía Uniformada). También hay otras unidades, pero son privadas, lo que significa que cobran por cada rescate. Sin embargo, nunca las he visto funcionar.

MyE: ¿Cuáles son los rescates en montaña más importantes en los que ha participado el CSA?

Jean Paul: Todos los rescates en los que el Cuerpo de Socorro Andino ha estado presente son importantes, pero aquellos que a juicio personal resaltan por su magnitud son dos, como el de los jugadores de rugbi uruguayos en 1972 y el personal militar extraviado en Antuco donde perdieron la vida 45 Soldados el 18 de Mayo del 2005.

Nota del Editor: El caso del equipo de rugbi uruguayo es conocido por quedarse varias semanas en los Andes. El otro caso se trata de un grupo militar que se encontraba en el volcán Antuco y durante una travesía murieron 45 de ellos.

Ver Volcán Antuco más grande

MyE: Y supongo que también trabajaron cuando el terremoto de febrero.

Jean Paul: Los miembros del CSA y todos aquellos voluntarios del país que nos encontramos en el epicentro, primero aseguramos a nuestras familias y luego salimos a prestar ayuda. Al principio tuvimos algunas dificultades en la comunicación pero ya al segundo día estábamos funcionando a la perfección. Yo partí con una unidad de rescate a las zonas más afectadas del epicentro y del tsunami (Pelluhue, Chanco, Curanipe), donde trabajamos en labores de búsqueda, junto con gente de CSA de otras localidades que llegaron por sus medios al lugar. Para nuestra sorpresa y emoción a la vez habían bomberos de Argentina, policía de San Luis, bomberos de Los Andes, Tarapacá, fuerzas de tarea de Venezuela que regresaban de Haití.

El jefe regional se dedicó a labores de traslado de médicos y material como medicamentos y otros a los hospitales de campaña ubicados en las zonas más afectadas de nuestra región. También recorríamos ciertas zonas para hacer un catastro de necesidades e informar a quien correspondía. Los trabajos continuaron por varias semanas. En pocas palabras, el terremoto fue un gran trabajo en conjunto.

Volcán Antuco, en Chile.

Fotografías del operativo del 2005 en el Volcán Antuco

MyE: ¿Qué reacción hay en los montañistas hacia los cuerpos de rescate de Chile?

Jean Paul: En general, buena. Tenemos buena relación con otras unidades de rescate, como por ejemplo K-SAR Chile (unidad de búsqueda con perros). Con ellos tenemos una muy buena relación, muy profesional por su parte. Conocemos perfectamente nuestras labores y ubicación en una situación de búsqueda y rescate.

MyE: Tienen a la cordillera de los Andes frente a ustedes y es muy larga. ¿Cada delegación opera en su región?

Jean Paul: En general, sí. Nosotros, de la Región VIII operamos entre la VI y la IX, que son las más turísticas. Dentro de las visitas a las montañas que hacemos como práctica, tratamos siempre de recorrer las rutas, conocerlas, etc. Ahora comienza un trabajo nuevo, el recorrer aquellas rutas y verificar los cambios que hubo debido al terremoto para así hacer un informe a la ONEMI de los cambios que hayan sucedido. Ya estamos en eso, hemos visto algunos cambios drásticos y leves en ciertas rutas debido a desprendimientos y otros.

MyE: Ahora viene una pregunta que quizá no sea fácil de responder: ¿qué satisfacción encuentras tú al realizar una labor altruista por la que no le pagan nada?

Jean Paul: como te comenté, en su momento fui bombero voluntario. Para mí el mejor regalo (más que un sueldo) es recibir las gracias por parte de familiares o por la misma persona rescatada. Eso me deja una sensación de alivio y felicidad interna que me acompaña y me da fuerzas para seguir haciendo lo que hago.

Nota del editor: También hicimos la misma pregunta al director técnico del CSA, Julien Chouillou. Julien es originario de Francia y lleva en Chile tres años. Por su currículum se convirtió en director técnico del CSA de la Región VIII:

Julien: Cualquier montañista debe saber que desarrollar su actividad, incluso si es fácil, en una cordillera que no tiene socorro de montaña tiene un nivel compromiso mucho más alto que en montañas que cuenten con un sistema de rescate operacional y competente.

El socorro de montaña existe y funciona muy bien en los Alpes u otras cordilleras. Sin embargo no es el caso en Chile. La Cordillera de los Andes necesita rescatistas especializado a fin de limitar el aislamiento de los montañistas. Es muy motivador de participar en el desarrollo y el mejoramiento de una institución de necesidad social y turística.

Además, el socorro en la montaña tiene un prestigio muy antiguo dentro del mundo, y tomo el hecho de pertenecer a este tipo de institución como un privilegio. Cuando era niño comparaba los rescatistas de montaña en aventureros, ¡en héroes! Por supuesto la realidad de adulto es muy diferente, pero una parte del sueño de niño continúa. Y eso da la motivación suficiente para seguir.

MyE: Para finalizar, una pregunta: ¿qué dirías a los montañistas para que ayudaran a los cuerpos de rescate en su búsqueda? Y ¿qué dirías a las personas que quisieran participar o crear algún grupo como el de ustedes en cualquier país?

Jean Paul: A los montañistas, simplemente que colaboren en lo básico, por ejemplo dar el adecuado aviso de salida a las Unidades de Socorro Andino; por muy expertos que sean, nunca están libres de tener un problema. Y a todos aquellos que han pensado en algún momento o están en proceso de crear un Grupo de Rescate, que se arriesguen. Vale la pena. Tengan paciencia. Les aseguro que al final de toda la pesada labor administrativa que toma, la satisfacción que sentirán al final por lograr hacer algo que muy pocos entienden o hacen será maravillosa.