El Latok I (7,145 metros) es una montaña que aún permanece sin escalar por su arista norte, pese haber sido intentada numerosas veces y por los montañistas más destacados de su tiempo. Esta vez, los japoneses Fumitaka Ichimura, Yusuke Sato y Katsutaka “Jumbo” Yokoyama también tuvieron que regresar sobre sus huellas sin haber alcanzado la cumbre debido a las peligrosas condiciones de nieve aproximadamente a la mitad del recorrido.
Las caras norte del Latok 3 (izquierda y Latok I (centro), tomadas desde el CB en el 2008
Fotos: cortesía de Colin Haley
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Previo a este intento, el grupo intentó la cara norte, aún más impresionante, y alcanzaron una altitud de aproximadamente 5,900 metros, donde se convencieron de que la ruta era decididamente peligrosa por la caída de roca, hielo y nieve. La pared norte es pequeña y ha sido intentada algunas veces, pero no ha sido escalada en su totalidad.
Este año, Yokohama abrió una nueva ruta en el Monte Logan mientras Ichimura y Sato escalaban una nueva ruta en el Cholatse, el otoño pasado. Sus nombres estarán ahora con los de aquellos que han intentado la arista: Jim Donini, Michael Kennedy, Jeff Lowe, George Lowe, Martin Boysen, Doug Scott, Simon Yates, Robert Schauer, Catherine Destivelle, Brendan Murphy, John Bouchard, Mark Richey, Wojciech Kurtyka, Yasushi Yamanoi, los hermanos Benegas, Maxime Turgeon, Doug Chabot, Steve Swenson, Colin Haley… entre otros.
Una avalancha masiva de seracs caen el glaciar Choktoi desde dos mil metros sobre la cara norte del Latok 3.
En 1978, un grupo de los mejores escaladores estadounidenses se dirigieron al Latok I. Aunque habían estado ahí tres expediciones antes que ellos, la montaña seguía sin ser escalada. James Donini, Michael Kennedy, George Lowe y Jeff Lowe pasaron 26 días en la pared y llegaron muy cerca de la cumbre en estilo alpino, cuando ya casi todos los problemas se habían resuelto. Una tormenta, la falta de comida y una enfermedad de Jeff Lowe los obligaron a bajar a pocos metros de la cima. Para todos ellos, el Latok representa lo mejor que hicieron en su vida de escaladores.
En 1979, un grupo japonés alcanzó la cumbre el 22 de julio de 1979, pero la arista sigue sin escalarse y quienes lo intentan tienen una larga trayectoria detrás suyo. La inmensa mayoría de los equipos que han intentado la arista norte han usado una aproximación muy ligera. “Se espera que el equipo que finalmente escale la ruta respete esos esfuerzos y la complete en un buen estilo alpino que se merece”, comenta Linday Griffin, uno de los más prolíficos escritores de montaña.
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