Un video colocado en Youtube ha logrado que, montañistas o no, muchísima gente opine sobre menos de tres minutos de un rescate en el Aconcagua. ¿Qué es lo que nosotros, como montañistas, debemos ganar de todo esto?
El destino era la cumbre del Aconcagua y ciertamente lo lograron, pero poco antes de llegar, una tormenta los alcanzó y cuando comenzaron a bajar confundieron el rumbo y terminaron bajando por la ruta de los Polacos, una vía completamente diferente de la vía normal (ver: rutas del Aconcagua).
Un montañista en el glaciar Polacos, en el Aconcagua
Cuando se dieron cuenta de dónde estaban, habían bajado mucho y el guía, Federico Campanini, llamó por teléfono satelital para pedir ayuda. Y la ayuda se organizó lo más pronto posible. El grupo se organiza con voluntarios, algunos de los cuales ya habían subido a la cumbre y otros tenían tiempo en la montaña. Todos aclimatados. Pero tienen que subir a la cima nuevamente (o casi) para bajar por otro lado y luego volver a subir con aquellos a quienes quieren prestar ayuda. Cuando llegan, una montañista italiana ya había fallecido y pueden poner a salvo a dos más. Sólo queda el guía que al parecer sufría ya de edema pulmonar. Pero a él no lo pueden salvar.
Días después, de forma anónima, un video fue entregado a la familia (o al abogado, el padre da las dos versiones) de Federico Campanini diciéndole: “Le hemos dejado un video que es sobre los últimos momentos de su hijo en el Aconcagua”. El padre vio menos de tres minutos de video y lo colocó en Youtube “porque quiero que Federico Campanini sea la última víctima del Aconcagua. Es mucha la plata que se recauda en todas las temporadas en el Aconcagua y es mucha la plata que se destina a equipamiento”.
Las rutas del Aconcagua. La 25 es la ruta normal
El video ha sido visto miles de veces y ha causado una conmoción en el mundo del montañismo como nunca antes, sin mencionar consecuencias de otra índole. Probablemente la muerte de David Sharp colocada en Youtube hubiera tenido un impacto mayor si se hubiera puesto en Internet.
Pero sobre el tema se ha dicho mucho en todos los sentidos: desde la simple noticia hasta análisis, desde los comentarios sencillos (y numerosos) de las personas que no saben lo que implica estar en una montaña o hacer un rescate hasta los expertos que dicen “la última palabra” y que lo mismo se inclinan para un lado que para el otro, aunque la mayoría tienden a no criticar el resultado, por duro que sea. Lo cierto es que la última palabra no se dirá pronto porque esto ha rebasado gracias a la magia de Internet cualquier frontera y todo mundo puede opinar.
El video de la controversia
Si tú, como montañista o practicante de un deporte con estas características quieres opinar en un tema tan ampliamente discutido y analizado como este, te será difícil encontrar un punto sólido entre tantas opiniones y lo justo es que viertas tu opinión y no repitas la de otros, pero sí es necesario recordar algunos puntos para hacerlo objetivamente:
El montañismo es un deporte de riesgo y uno asume que no le pasará nada y toma las medidas necesarias pero a veces la situación suele salirse de control. Un ejemplo: Joe Simpson en el Siula Grande, de donde salió el libro (y posteriormente la película) Tocando el vacío.
En una situación de mucho estrés, difícilmente se puede ser objetivo si no se ha estado ahí, sobre todo si ha habido decesos. Incluso los participantes suelen no tener claras las cosas.
Para verter una opinión válida en un asunto tan espinoso como éste, lo más acertado es buscar información y no quedarse sólo con lo que sucede en esos pocos minutos de video. Suele ser mejor olvidarse de la información de periódicos, aunque en este caso es difícil encontrar algo entre tanto que se ha escrito.
El video es impactante, por supuesto, y seguro que habrá cambios, pero lo que no parece acertado es proceder conforme la opinión pública porque, como dicen algunos, para la próxima vez, nadie querrá ir. También hay detalles que no dejan de llamar la atención como el pedir permiso a una jueza para abandonarlo ahí porque “se está muriendo”. En la montaña quien decide en casos como este es la persona que está en el lugar. Nadie más.
Además de todo el revuelo que se ha armado, espero que deje en claro algo: pertenecer a una agrupación de rescate o socorro o ser un socorrista, implica más que buena voluntad: competencia técnica y ética son los que aparecen en primer lugar pero parece que se debe añadir un punto más: aspectos legales. Si algo bueno debemos obtener de lo que pasa deben ser los aspectos en que todos debemos mejorar el servicio de rescates y evitar en lo posible las grabaciones de rescates porque nadie sabe cuando otra mano “anónima” pueda colocar más videos en Internet.