El Nanga Parbat fue considerada mucho tiempo la montaña maldita o la montaña del destino alemán hasta que llegó Reinhold Messner y subió la cara más difícil de ella (vertiente del Rupal) y luego abría una nueva ruta por el otro lado, el Diamir, completamente en solitario. A partir de ahí, la “maldición” se desvaneció a un nivel más aceptable: la montaña es sólo la montaña y no tiene maldiciones para nadie.

La vertiente del Diamir del Nanga Parbat
Foto cortesía de Giusseppe Popili.
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Pero este año, el Nanga Parbat tiene a tres expediciones en sus flancos que tienen diferentes objetivos. La primera está dirigida por el austriaco Gerfriede Göschl. Göschl pretende abrir una nueva ruta en el Nanga Parbat, además de tomarla como un paso previo para ir al K2 poco después de hacer cumbre.

El equipo de cumbre, compuesto por Hans Goger, Günther Unterberger, Louis Rousseau, Bachmair Sepp y el propio Gerfried, pasaron un buen tiempo entre el campamento base mientras el resto de sus compañeros subían por la ruta normal, la Kinshoffer.

El 7 de julio había pasado la racha de mal tiempo que hacía peligroso su ascenso y aunque las condiciones no eran lo suficientemente buenas, salieron de su campamento base y hasta ahora han escalado hasta los 6,300 metros “después de superar las secciones más difíciles”, que comprendían un tramo de 800 metros en una pendiente de 50º-60º de inclinación. Han colocado sus tiendas a los 6,900 metros y esperan llegar a la cumbre el sábado.

En la ruta Kinshoffer

“Investigué durante casi tres meses y comparé unas 2000 fotografías para encontrar la posibilidad de esta nueva línea. Hicimos lo mejor el pasado año y medio y tratamos de optimizar todo artículo que fuera imprescindible. No queremos dejar nada al azar”, comentó Göschl en una entrevista a ExplorersWeb.

La ruta va por la cara noroeste de la montaña, es decir, en el flanco del Diamir. El flanco del Diamir se hizo famoso por Messner, quien bajó por ahí junto con su hermano Günther después de haber alcanzado la cumbre por el flanco del Rupal (espolón sureste) en 1970 y ocho años después subía por el mismo flanco para abrir una ruta en solitario y hacer del Nanga Parbat el primer ochomil que se ascendía en estilo alpino, en solitario y por una nueva ruta.

Para Göschl Gerfriede la expedición apenas irá a la mitad cuando regrese al campamento base, pues de ahí se dirigirá al K2 con algunos de sus actuales compañeros pero encontrará a otros, que ya están en la “montaña de las montañas”, como Jorge Egocheaga, Santiago Quintero y Martin Ramos.

Campamento en la ruta Kinshoffer del Nanga Parbat

Una primera recta final

El mal tiempo afectó no sólo al Nanga Parbat, sino también al resto de las montañas del Karakorum. Así, Gerlinde Kaltenbrunner, quien espera alcanzar la cima del K2 y con ello su décimo tercer ochomil, no ha podido avanzar mucho. Pero el tiempo despejó para ella lo mismo que para las otras dos “competidoras” de los 14x8mil: Go Mi Sun y Oh Eun Sun, quienes están ascendiendo por la ruta Kinshoffer en busca de ser la primera mujer en alcanzar todas las cumbres de ochomil metros.

Giusseppe Pompili con Miss Eo y Miss Oh, en el campamento base del Nanga Parbat

Giusseppe Pompili, miembro de la expedición de Göschl que sube por esa pared, comenta que “la escalada del C2 al C3 fue empinada y cubierta enteramente de hielo duro”. Pero al mismo tiempo que sube, transmite noticias de su ascenso y del grupo coreano: el día 8 de julio el grupo coreano abría huella hasta el C1 mientras sus sherpas subían directo al C2. El 9, fijaron el camino hasta el C3 y luego irían tras el C4. “La mayoría de los miembros de la expedición de Gerfried seguimos a los coreanos”.

“Miss Oh me ha asegurado que usó oxígeno sólo en el K2 y el Everest y se arrepiente de ello. Dice que repetirá ambas montañas después de completar los 14x8000, para haber subido todos sin oxígeno”. Según el mismo Pompili, si bien ambas mujeres van por la misma ruta, usando los mismos campamentos y equipo, Miss Oh parece tener mucha mejor condición física que su compatriota. Quizá el resultado de haber subido ya tres ochomiles en pocos meses.

La nueva ruta en el Nanga Parbat en su sección desde el C1

El 9 de julio escribía en su blog:

“Campo 4. Ha sido difícil, seis horas para llegar aquí y el terreno muy inclinado. Imposible sin las cuerdas. Tuvimos que detenernos en algún lugar y esperar y ayudar a equipar la vía… Hay viento y hace mucho frío aunque el día es hermoso. Hemos decidido agruparnos y la salida es para esta medianoche con los coreanos”.

A la hora en que esta nota se publica, el grupo estará rumbo a la cumbre y quizá hayan llegado ya los más rápidos. Esta podría ser la primera cima de las dos mujeres, que luego se dirigirán a una más en el Karakorum.

Un paso en la ruta Kinshoffer