Mount Margaret y Gorge One Crest
Me situé a la altura de la milla 27 de la Humminbird Highway, lugar desde donde el Mount Margaret se apreciaba desafiadora. Cuando recabé datos me di cuenta que muy poca gente la había ascendido: tan sólo unas 10 personas en una veintena de años. Sin rutas, totalmente cubierta de vegetación y, como atractivo principal, recientes ataques de jaguares que han bajado a comerse perros y otros animales que habitan en el área.
Cresta Gorge One, a la derecha al fondo el Mount Margaret
Me hice acompañar de Will Santos, hermano de Walter Santos (único beliceño que hasta el momento ha intentado el K2), acompañados con un perro que nos haría de guía tras anunciarnos en repetidas ocasiones los peligros de serpientes y otras sorpresas más, en esta jungla casi virgen.
Para llegar al Mount Margaret, tendríamos que iniciar el ascenso por otra empinada colina, que en la parte alta se extiende hacia el noroeste, en la llamada cresta Gorge One. Esta pasa cerca de otra cresta que comunica con Mount Margaret.
Decidimos intentar atravesar la cresta casi en su totalidad, aproximadamente de unos seis kilómetros, para luego descender y completar un viaje circular de más de doce kilómetros.
Mount Margaret, no hay ningún sendero para ascender estas casi inexploradas montañas.
En los primeros dos kilómetros tendríamos que superar 780 metros de altitud, avanzando entre la densa vegetación, que cubre por completo la cresta. Impenetrable en algunas áreas, utilizamos un filoso machete con el que nos fuimos abriendo paso entre el difícil terreno. Un par de tramos de 30 metros nos llevaría hasta 20 minutos atravesarlo.
Nos tomaría seis horas llegar a la cumbre de Mount Margaret aferrándonos a troncos, ramas y raíces para superar las empinadas laderas. Finalmente… alcanzamos la cumbre, también llena de vegetación aunque no tan espesa como en el resto de la montaña. Nos permitió observar a través de un pequeño espacio, unas montaña al este y un pequeño poblado en su parte baja.
De nuevo la cresta Gorge One, trepamos sobre unos árboles para apreciar mejor el paisaje que la rodea, varias montañas menores, pequeños poblados, ríos y al fondo el Océano Atlántico. A media montaña de ese lado encontramos un sendero que dirige a unas cataratas. Hicimos cinco horas para terminar de descender.
Fascinante flora y fauna prevalece en las Montañas Mayas.
Doyle´s Delight
Fue sin duda la más difícil de todas. Duplicando con creces cualquiera de las anteriormente descritas. Únicamente hago una referencia a ella ya que ésta la ascendí en el 2008 junto a otros montañistas incluidos el guatemalteco Douglas Leonardo.
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Comentario final
Las Montañas Mayas de Belice siguen casi sin ser exploradas en su mayoría, muchas aún siguen esperando ser conquistadas y algunas ni siquiera han sido bautizadas. No se sabe con exactitud qué sorpresas guardan estas enormes extensiones entre montañas y selva virgen de más de 500 kilómetros cuadrados.
