El gobierno chino decidió cerrar nuevamente la frontera del Tíbet con Nepal y afectó a varias expediciones que ya estaban en camino. La Expedición Trilogía Cho Oyu, liderada por Simone Moro, tomó una decisión: no jugar en las montañas con las reglas que otros impusieran.
“Para nuestra tristeza esto es exactamente lo que ha pasado durante los últimos días, sin esperanza de que la situación vaya a cambiar. El problema es la decisión súbita no planeada de las autoridades chinas de cerrar la frontera entre el Tíbet y Nepal. No se permiten entradas al Tíbet, aún cuando los permisos necesarios hayan sido obtenidos. Desde el momento en que los chinos tomaron su decisión no negociable, comenzaron a jugar un juego sin fechas. Cada día la fecha de apertura de la frontera ha cambiado, deslizándose más y más allá. Hoy está la noticia de que el 10 de octubre sería la primera posible fecha de entrada, pero no hay nada asegurado de que esto sea definitivo.
“Para nosotros, el 25 de octubre sería nuestro último día posible para abandonar el campamento base de nuestra expedición en el Cho Oyu debido a compromisos profesionales y personales. Esto significa que seríamos forzados a aceptar hacer nuestra expedición, con sus tres muy variados elementos, en sólo 15 días (incluyendo el tiempo para hacer el viaje al campamento base y regresar a Katmandú). Seguro que esto es una locura.
Si jugamos el juego de esta forma, daríamos un mal ejemplo y no mostraríamos a otros el espíritu por el cual elegimos vivir. Estaríamos forzados a aceptar un riesgo muy evidente y el enorme costo de nuestra expedición sería para pagar un juego de tontos. Tendríamos poca experanza de realizar nuestro sueño en la manera como lo hemos elegido en su totalidad: escalar hasta la cumbre, hacer un descenso en snowboard y regresar a nuestro principio corriendo o pedaleando.
“Con tristeza decimos categóricamente “no”: no aceptamos ni en la realización de nuestro sueño ser forzados a ser contrarios a nuestro espíritu. Negaríamos nuestra integridad y autorespeto si nos permitimos a nosotros mismos aceptar influencias “externas” y ser forzados a jugar un juego que no es el nuestro. Hemos respetado y obedecido las reglas desde el permiso hasta las visas, etc. Y no podemos aceptar ahora tener reglas diferentes, calendarización y condiciones impuestas.
Cada uno de nosotros sentimos que no estamos “de vacaciones” a las expensas de nuestros patrocinadores y y no nos permitiremos ni ser presionados por comentarios eventuales de la prensa, los medios, la comunidad montañista o nuestros amigos. Ninguno de nosotros quiere jugar con el destino esperando ganar en un tiempo imposible el sueño que hemos preparado largamente.
Hemos tomado la decisión de “congelar” nuestro proyecto de Expedición Trilogía al Cho Oyu. Gentilmente decirnos “no, gracias”, al juego que las autoridades chinas quierenm jugar con nosotros y salvamos el compromiso financiero con nuestros patrocinadores que aún en este tiempo tan difícil económicamente nos han apoyado, creído en nosotros y dado una oportunidad.
Regresamos a casa completamente juntos, sin prisa de inventar un proyecto de último minuto, aunque la oportunidad pudiera estar aquí para cada uno de nosotros. Los logros individuales aquí y ahora sólo salvarían nuestras reputaciones individuales, pero no tendrían nada con nuestro espíritu común. De esta manera regresamos a casa como un equipo, esperamos respetar lo que nuestros profundos valores y espíritu nos dicen hacer.
Sin duda, estamos tristes por “romper” temporalmente nuestra exploración y sueño, pero estamos orgullosos de que hayamos podido tomar una decisión común. Hemos sido un verdadero equipo desde los primeros días y ahora somos un verdadero equipo tomando esta difícil decisión.
Simone Moro en el Chhukung
Para mí, con 41 expediciones, nunca he aceptado imposiciones de condiciones no reales a mí o permitido que mis valores se conviertan en parte del juego de otro. Estoy feliz y orgulloso de ello también esta ocasión. Mis amigos y yo no caímos en la trampa de ceguera seguida de ambición de una manera que no es verdadera para nosotros mismos.
Tomo esta oportunidad para [agradecer] profundamente a The North Face, que ha apoyado nuestro proyecto y respetado las decisiones que hemos tenido que tomar. También quiero agradecer a todo el equipo de la Expedición Trilogía al Cho Oyu por demostrar unidad y amistad en cada momento de nuestra aventura.
Nuestro sueño no está “acabado”, sino sólo pospuesto, probablemente hasta el próximo otoño del 2010. De esta forma mantenemos el espíritu de nuestro proyecto y nuestra integridad personal, autorespeto y obedecemos las reglas. Aún cuando cada uno de nosotros estamos un poco tristes y heridos, esta pieza de vida que llevamos de regreso a casa es un regalo que nos enseña que muy dentro de nosotros tenemos algo precioso: tan inegociable como la clausura impuesta del Tíbet.