Para el Eiger Award del 2009 eran tres los nominados: la pareja conformada por Simone Moro y Denis Urubko, Kurt Albert y Daniel H. Anker. Kurt es quien inventó el “punto rojo” como filosofía de la escalada. Tres concepciones distintas de la escalada en sí. Además, la votación se abrió a cualquier persona que tuviera acceso a Internet. Así que el jurado era mundial. Era la primera ocasión que cualquier persona podría votar por un candidato. De paso, los organizadores se quitaban el problema de elegir a uno.
El trofeo del Eiger Award entregado a Simone Moro.
Fotos: cortesía del sitio web del premio.
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Sin embargo, el ganador del “Óscar del Montañismo”, como lo denominan los organizadores, sería sólo uno, un trofeo esculpido en una roca del mismo Eiger tallado por la escultora Lisa Notter, y un cheque de diez mil francos suizos.
Y ganaron Simone y Denis, una pareja que ya comienza a ser leyenda por sus logros en el montañismo, tanto juntos como por separado y cuya ascensión invernal al Makalu a principios de este año fue la que les otorgó la puerta de entrada a la nominación y luego al premio.
En la ceremonia de entrega en la ciudad suiza de Grindelwald, un hombre tomó la escultura y la entregó a Simone el 6 de junio. Sir Christian Bonington, que también es legendario en el montañismo, depositaba no sólo el trofeo, sino un símbolo: una generación reconocía los logros de la nueva que está destacando en los ochomiles por sus propuestas y sus soluciones.
Sir Christian Bonington entrega el Eiger Award a Simone Moro
Simone tenía entonces cuatro manos, pues los de Denis no pudieron llegar a la ceremonia por problemas burocráticos de visado. Y como Denis, tampoco se vio nada del cheque de diez mil francos suizos, al menos no en las fotografías. Lo seguro es que ambos ya estarán invirtiendo los diez mil francos en alguna otra expedición. Quizá.
En la ceremonia estuvo Chris Bonington, como invitado especial, y también Ueli Steck, quien recibiera el año pasado el primer trofeo del Eiger Award, además de toda una ceremonia con música y proyección de fotografías de Steck.
El primer Eiger Award surgió de la necesidad de una comunidad con larga historia alpina (Grindelwald), para reconocer a gente que hubiera hecho historia en el montañismo y se entrega a personas que “…a través de sus logros en el montañismo, han llevado la fascinación del montañismo y las montañas más cerca del público general. Durante sus carreras, los ganadores del premio también han dejado su marca en el Eiger de alguna manera. Con sus impresionantes logros, llevan la fascinación de los retos físicos y psicológicos del montañismo de primera línea, el gran potencial para la experiencia y la aventura en las montañas, lo mismo que el valor de las montañas como una fuente de creatividad e inspiración de una manera reconocible.”