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Montañismo y Exploración
Desde el K2: esta vez no pudo ser

El mal tiempo reinante en el Karakorum y que permitió muy contados ascensos, fue la principal causa del abandono del K2: demasiada nieve, demasiado peligro. Gerlinde Kaltenbrunner, Maxut Zhumayev, Vassiliy Pivtsov y Serguey Bogomolov, abandonaron después de una ardua lucha.







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La montañista austriaca Gerlinde Kaltenbrunner, quien a la fecha cuenta con doce de los 14 ochomiles, estaba intentando el ascenso al K2 por la vía Cesen pero las condiciones del tiempo hicieron que este año no hubiera un solo ascenso en la segunda montaña más alta del mundo. La montaña, sobrecargada de nieve debido al mal tiempo casi continuo, sólo les permitió dos intentos y en el segundo, Gerlinde, Maxut Zhumayev, Vassiliy Pivtsov y Serguey Bogomolov hicieron cuanto pudieron pero se dieron vuelta cuando habían pasado trabajando con la nieve hasta la altura del pecho:

El Cuello de Botella, el paso más delicado antes de la cumbre del K2.
Fotografía cortesía de Gerlinde Kaltenbrunner
Haz click en las imágenes para agrandarlas.

“Sobre el Cuello de botella, la nieve nos llegaba al pecho. Para avanzar unos metros necesitamos una hora. Nos movíamos con pocos metros de diferencia asegurándonos unos a los otros porque veíamos que era muy peligroso. Un día verdaderamente hermoso, muy cerca del objetivo, pero no podría ser”, escribe Gerlinde en su sitio web. Un parte meteorológico había llegado y se esperaban vientos de más de 100 km/h en las partes altas del K2.

A pesar de los esfuerzos por encontrar una vía distinta con menos nieve para avanzar más rápido, el intento se tuvo que abortar. Cuando Gerlinde se comunicó con Ralph Dumjovits, eran las 15:00 horas, tiempo local. Demasiado tarde. Para Gerlinde representa un intento más al K2, pues en el 2007 no tuvo éxito, pero también representa algo más: “Ciertamente, estaré fascinada de regresar a esta montaña”.

El serac que pendía sobre la ruta de ascenso desde el Cuello de Botella. Para ubicar las dimensiones, ver la fotografía anterior.

Para el público, representa algo más: Gerlinde se queda con doce ochomiles mientras que la surcoreana Oh Eun Sun ya tiene trece. Algo que a una montañista como Gerlinde no le interesa en lo más mínimo. A Gerlinde le faltan aún el Everest (que puede intentar en otoño) y el K2, al que seguramente regresará el año que viene. A Edurne Pasaban sólo le faltan el Shisha Pangma y el Annapurna. También terminaría el año que viene. Pero a Oh Eun Sun sólo le falta el Annapurna y va hacia él en otoño. Todo parece apuntar que será Oh Eun Sun quien sería la primera en alcanzar la cima de los 14 ochomiles, pero en la montaña se decidirá esto.

“…la naturaleza es así y uno debe aceptarla como lo que es”, comenta Gerlinde Kaltenbrunner.

El avance con nieve hasta el pecho y un tiempo magnífico.
Fotografía: Santiago Quintero.

Por su lado, para los kazajos Maxut Zhumayev, Vassiliy Pivtsov y Serguey Bogomolov, representa otra oportunidad más. En mayo intentaban la travesía del Lhotse pero perdían a un compañero y por eso la expedición se terminó. Para Maxut y Vassily, representa una oportunidad de llegar a la cima. También en el 2007 estuvieron durante muchos días a más de ocho mil metros durante la apertura de la cara oeste, pero no les tocó llegar a la cumbre.

La retirada también va para el ecuatoriano Santiago Quintero, quien estuvo trabajando en la montaña junto con Gerlinde, Max, Vasso y Serguey. Santiago completó previamente su proyecto Andes extremos, como una forma de prepararse para estar en forma en el K2.

El descenso: camino marcado.

Gerlinde Kaltenbrunner con la cima del K2 detrás de ella. Nótese a su izquierda la huella que dejaron hasta los 8,300 metros..



 



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