El origen de la palabra “dopaje” surge probablemente en las culturas antiguas en la búsqueda de una sustancia mágica que alivie los síntomas dolorosos y que además mejore las cualidades físicas necesarias para la actividad laboral, deportiva y hasta sexual. Diversas culturas lo han intentado y debido a ello se han encontrado diversos conceptos que podrían ser el origen de la palabra.
La palabra doping es un anglicismo y su versión castellanizada es dopaje. La enciclopedia británica atribuye el origen del significado a la voz flamenca “doop”, que significa mezcla. El diccionario de la lengua española hace referencia al término dopaje como aquel que proviene de la palabra inglesa dope (drogar) y significa administrar fármacos o sustancias estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento de! organismo con fines competitivos.
Se ha escrito la existencia de diversas culturas que usaron sustancias con diversos efectos estimulantes y sobre la capacidad de rendimiento. Los Kaffirs en África utilizaban un licor llamado Dop. Los guerreros vikingos berseker combatían semidesnudos, entraban en combate en trance, insensibles al dolor y llegan a echar espuma por la boca, combatían incluso sin armadura con furia ciega, su sola presencia atemorizaba a sus enemigos y la causa, masticaban hongos alucinógenos. En América los Incas mastican la hoja de la coca y en México los Tarahumaras consumen el peyote como parte de su espiritualidad y también como medicina.
En los últimos tiempos el uso de sustancias ha adquirido un nuevo enfoque. El hombre se preocupa cada vez más por mejorar su cuerpo y por otros factores que han potenciado y desarrollado la llamada “cultura de la droga” en el deporte, sobre todo profesional, como la cada vez mayor dificultad para superar los récords, el alto nivel de exigencia física de muchas competiciones y el atractivo social y económico que supone llegar a introducirse en la élite mundial. Aunado a esto, el desarrollo tecnológico ha creado fármacos que dicen transformar los buenos hombres en mejores; los normales en muy buenos y los discapacitados en personas capaces.
Por otra parte, es conocido que el deporte, en sus múltiples manifestaciones, se ha convertido en nuestro tiempo en una de las actividades sociales con mayor arraigo y capacidad de convocatoria y movilización, pero desafortunadamente el uso y abuso de sustancias, así como tragedias que acaban en la muerte del deportista han ocasionado que organizaciones Internacionales y Federaciones locales legislen sobre el tema. El Comité Olímpico Internacional (C.O.l.) fue la primera organización que se ocupó de controlar y castigar este problema después de la muerte de un ciclista en Roma 1960, por lo que en 1968 se inaugura en México los primeros controles antidopaje.
A fines de 1990, en una crisis del Comité Olímpico Internacional (C.O.l.) y vinculado a la trascendencia del problema, las Federaciones Deportivas Nacionales deciden tomar parte en estas políticas y se crea la Agencia Mundial Antidopaje (W.A.D.A–AMA.). A partir de allí, Federaciones y C.O.I. comparten su conducción y fijan políticas, siempre poniendo énfasis en el control y la sanción.
En el 2003, se aprueba en Copenhague el Código Mundial Antidoping que intenta unificar criterios en esta materia (listado de sustancias y métodos prohibidos, régimen de sanciones, acreditación de laboratorios para control, etc.), los cuales puedes consultar en www.wada-ama.org
Actualmente estas organizaciones han definido el dopaje como la administración o uso por parte de un atleta de cualquier sustancia ajena al organismo o cualquier sustancia fisiológica tomada en cantidad anormal o por una vía anormal con la sola intención de aumentar en un modo artificial y deshonesto su performance en la competición (de acuerdo al Comité Olímpico Internacional). Es importante notar que dicha definición considera como dopaje no solo el consumo de una sustancia, sino también la administración o el aconsejar sobre el uso de dicha sustancia.
Tomado de Luis Fernando Alcocer Díaz. Antidopaje: Manual de sustancias prohibidas en el deporte. Confederación Deportiva Mexicana, México. 2008. 90 páginas. ISBN: 9789709870183. Páginas 13-15