SEIS
César Sánchez Vázquez del Mercado
Aunque no sucede en la realidad, debería ser algo implícito que en la práctica de deportes de montaña y escalada parte de la formación personal incluyera primeros auxilios.
Me llama mucho la atención la forma como se empieza a etiquetar que “el saber primeros auxilios solo está reservado a gente calificada”. Esto es cierto de fondo, pero no debería manejarse como algo “inalcanzable” para todos.
Hace algunos años, muchas asociaciones médicas promovían la divulgación de tópicos de primeros auxilios, como la técnica de respiración de boca a boca, la inmovilización o el transporte básico de heridos a toda la población sin distinción, y sin buscar que “sólo gente certificada lo hiciera”. La razón es simple: siempre que hay un accidente, el tiempo crítico en el que hay que movilizar a alguien, evitar que deje de respirar o detener el sangrado siempre es demasiado poco. Y el “certificado” siempre llega totalmente fuera de tiempo. Especialmente en México o el resto de Latinoamérica, más especialmente en montaña.
Si hay una persona con “nociones” y está segura de lo que hace, la probabilidad de ayuda es bastante buena. Si se revisan las estadísticas con relación a las personas que por buenas intenciones han cometido errores graves, y los casos de éxito, no indican que sea mala idea restringir los primeros auxilios a solo unos pocos.
Así que no estoy de acuerdo en que llevar un botiquín solo debe ser para “alguien que sepa”. Todos deberían saber. Es parte de la responsabilidad de ser montañista. Y para saber no hay que angustiarse por certificarse. Gran parte de muchos planes de preparación en primeros auxilios, buscan eso… que no tengan requisitos para saberlos.
Es cierto que existen equipos que requieren sólo ser manejados por personal certificado. Pero parte de la certificación incluye la responsabilidad que el especialista tenga sobre su equipo. Por lo demás siempre es bueno tener algo a la mano para todo y para acceso a todos.
Por lo demás, para un botiquín de primeros auxilios, no restrinjamos.
Una buena idea para un botiquín es que lleve medicamentos, un par de vendas, y antisépticos. Lo necesario para inmovilizar, y trasladar, lo puedes construir tú mismo si manejas bien tu equipo. La mayoría de los primeros auxilios generalmente consisten en cuestiones metabólicas y infecciosas. Así que en un pequeño paquete, puedes incluir medicamentos y antisépticos necesarios. cualquier médico te puede hablar de genéricos que incluir para llenar tu botiquín y tratar:
a) Fiebre e inflamación
b) Diarrea
c) Dolor muscular
d) Dolor visceral (cólicos, desde menstruales, hasta de tripas)
e) Alergias ligeras (que no requieran corticoesteroides)
g) Para la tos y flemas, refrescantes de vías respiratorias
e) Antisépticos para heridas y raspones así como una buena provisión y discreta de gasas estériles.
g) tela adhesiva, y micropore (o tela de algodón)
h) Vendas (10, 15 cms)
i) Agua pura, que no tiene que formar parte del botiquín. Pero se usa para estos casos.
El 90% de los incidentes, se resuelven con estos botiquines sencillos.
Los incidentes mayores, cierto que requieren equipo más especializado, pero por mucho que querramos ser previsores, no es buena idea cargarlos. Algunos sabrán lo difícil que es cargar “cajitas de mas” por ahí. Es más importante tomar las decisiones adecuadas y a tiempo para coordinar una atención mayor.