Marte, el planeta rojo, ha llamado la atención de muchísimas personas, sobre todo por la sugerencia de que ahí puede haber vida y la afirmación de Giovanni Schiaparelli de haber visto canales en el planeta, cuya única explicación era vida inteligente. Ese ánimo de exaltó cuando H. G. Wells emitiera por radio la lectura de su novela La guerra de los mundos, sin avisar que se trataba de una novela. El pánico se apoderó de una gran cantidad de personas que estaban escuchando la radio, el instrumento más poderoso de comunicación en ese entonces. Después, en la época del florecimiento de la ciencia ficción, Marte era el destino de los escritores. Ray Bradbury y sus Crónicas marcianas son un ejemplo.
En 1965 el Mariner 4 envió las primeras fotografías del planeta desde su cercanía. En 1971 el Marsink 3 es el primero en aterrizar. En la exploración a distancia del planeta rojo han participado la Unión soviética, Estados Unidos, Europa, Inglaterra y Japón. En agosto del 2007 se espera el lanzamiento de la sonda Phoenix, que llegará al Polo Norte marciano 10 meses después.
Pero ahí quedó todo. Aún cuando la serie de viajes de la misión Apolo, todo mundo creíamos que el siguiente paso sería Marte. Pero las misiones espaciales se detuvieron durante años porque no eran redituables y porque, para qué negarlo, la política internacional y los intereses creados. Pero alguien más ha puesto de nuevo el dedo en el renglón: el viaje a Marte debe ya iniciar su conteo regresivo.
“El objetivo está puesto: queremos ir a Marte. Sabemos que la expedición tomará alrededor de 1,000 días. Sabemos que las trayectorias muestran el año 2014 como la fecha buena para comenzar la expedición. Ahora necesitamos encontrar los medios para llegar allá y regresar.”
Esto es lo que Tom y Tina Sjogren, los fundadores de ExplorersWeb comentan de su nuevo proyecto. Y hablan de estilo alpino porque para llegar hasta allá, habrá que ir lo más ligero posible, pues el dinero que se requiera todo estará determinado por el peso que se lleve.
“No se trata de que esto sea una señal vacía en el camino, pues no se repetirá en cien años. Marte no es una primera: es el principio. Tal vez lo logremos o tal vez no. Pero el reto ya está sobre la mesa y prometemos esto: hoy ponemos toda nuestra credibilidad al fuego por conseguir el sueño y ahora gastaremos el resto de nuestras vidas en realizarlo. No hay vuelta atrás.”
Tom y Tina alcanzaron la cumbre del Everest en 1999 en un ascenso sin guías y también alcanzaron ambos polos en el 2002 como un equipo de dos personas pero sin apoyo del exterior. Entre los dos se han dado a la tarea de ir más allá: hasta el planeta Marte. Parece una locura pero lo plantean de una forma muy práctica: el problema principal será el peso y gran parte del peso deberá ser agua. Esta agua se puede reciclar con desalinizadores más potentes que los que existen ahora y con aparatos que capturen la humedad del aire.
Lo interesante de esta expedición es que se trata de la primera propuesta real para llegar a otro planeta y no parte ni de un gobierno ni de un millonario excéntrico que pone el dinero y que lo lleven. Parte de dos exploradores que quieren romper los límites y ponen su experiencia al servicio de la NASA y otras empresas particulares para conseguir su objetivo. Tienen ya patrocinadores muy fuertes que los apoyan y han logrado entrar a la misma NASA, lo que indica un buen avance en el proyecto.
“Es muy sencillo apuntar a Marte y regresar a la Tierra, pero eso sería como detenerse a 20 metros de la cumbre del Everest. Nuestra misión es llegar allá, aterrizar, explorar y regresar a la Tierra con chucherías e historias.”