Su recorrido sobre todo original pues no trató de seguir la ruta más corta. No quería romper ningún tipo de récord ni ser el primero en nada. Pero aún así, el 18 de agosto del 2000 se convirtió en el primer ser humano que pedaleaba el Océano Pacífico desde San Francisco hasta Port Douglas, en Australia. Seis años antes, cuando su salida, él y su entonces compañero Steve Smith, habían realizado el primer cruce del Atlántico con pedales a bordo del Moksha.

Han pasado 13 años desde su partida y su arribo al Observatorio Astronómico de Greenwich, de donde partió, se realizó el pasado domingo 7 de octubre, donde lo esperaba su patrono de la Gran Bretaña, el duque de Gloucester, además de una multitud. Tampoco estuvo presente su patrono a nivel mundial: el Dalai Lama.

Pormenores del viaje hay muchos: en su viaje por el Atlántico, naufragó con su Moshka. Cuando viajaba por Estados Unidos en patines fue arrollado por un conductor en Colorado y tuvo que pasar nueve meses recuperándose porque le dejó las dos piernas rotas. En china fue perseguido por policías y en Egipto fue capturado y acusado de espionaje, y se libró de ir a la cárcel por un 40 años por un permiso de último minuto.

A su llegada, fueron cientos de personas que le ayudaron a arrastrar su bote hasta el Observatorio. Ahora, ya en casa, Jason se pregunta lo mismo que Tim Cope después de pasar años en la estepa donde cabalgaron los jinetes de Gengis Khan: ¿podrá reubicarse a la civilización? Bueno, hay que imaginarse a Jason trabajando de lo que fuera para subsistir a su largo periplo, vivendo solo o acompañado por gente que siempre sería pasajera… y luego ver la foto de sus amigos en la recepción para comprender que le será difícil.

En su viaje, Jason estuvo acompañado por Steve Smith, Sher Dhillon, de la India, que lo acompañó en su cruce por el océano Índico, Sher, quien lo acompañó para evitar más problemas con la policía y muchos compañeros ocasionales.