La “Montaña de las montañas”, como la llamara Messner, o la “Montaña salvaje”, como prefieren denominarla a partir del libro del mismo nombre, fue asediada ferozmente este año. Desde los originales y ambiciosos planes de abrir nuevas rutas hasta los ascensos en estilo superveloz por la ruta Cesen.

La semana pasada los rusos atacaron en un último intento la última parte de la nueva vía por la cara oeste. Ese último intento cuando la temporada se había prácticamente cerrado hizo que el sitio oficial de la expedición rusa fuera tan excesivamente transitado que el sistema se bloqueó. Pero un muro de roca los detuvo a 8,550 metros y los rusos se fueron replegando sobre su ruta… en plena tormenta del monzón, que es una tarea ardua.

Los kazahkos también comenzaron a bajar de su ruta, una nueva vía por el espolón noroeste. En días pasados reportaron que había nieve hasta el pecho alrededor de los ochomil metros. Para ellos, esa ruta también está terminada por este año.

Finalmente, la ruta Cesen fue intentada por un grupo en el que pretendía subirla en estilo muy veloz en la última ventana de buen tiempo. Subir hasta los 8,611 metros desde el campamento base en tres días requería mucha resistencia, sobre todo por la profundidad de la nieve que había caído en días anteriores. Gerlinde Kaltenbrunner, quien estaba en el grupo, no pudo alcanzar la cima de su undécimo ochomil.