Lejos de atemorizarse tras haber sufrido un serio accidente en la alta montaña que les impidió hacer la cumbre de la himalaya Broad Peak (8.847), Badía Bonilla y Mauricio López decidieron ampliar su reto, por lo que de ascender 72 mil metros y más en pareja, como estaba planteado, lo harán hacia las 14 cimas de más de 8 mil metros sobre el nivel del mar, objetivo que los llevó a la decisión de no tener hijos.
Badía y Mauricio, Una pareja en Ascenso, como se denomina el proyecto que comenzaron con la conquista del Cho Oyu (8.201) en septiembre de 2000, ya habían considerado antes la posibilidad de renunciar a ser padres.
Pero al extenderse hacia los 14 ochomiles yaes definitivo, afirmaron ayer en conferencia de prensa, pues además de que no podrían hacerse cargo del cuidado y educación de su descendiente, el riesgo de la montaña no les permite pensar en la seguridad de regresar.
“Nosotros tenemos todo el ánimo de continuar y el reto es la conquista personal”, expresó Badía, quien lanzó una invitación general para que “cada uno de nosotros llegue a su propia cima”, y mencionó que si bien ha renunciado a la maternidad, no a la posibilidad de adoptar en un futuro.
La dupla que conforman la nutrióloga de 39 años y el ingeniero geólogo de 47, suma seis cumbres completas. Después del chino Cho Oyu, alcanzaron el Everest (8.848), también por la ruta china, en mayo de 2004, y cinco meses después, en un segundo intento, el Shisha Pangma (8.012).
En mayo de 2003 hicieron cumbre en el Lohtse (8.516) y en mayo de 2004, el Makalu (8.416). En junio de 2005 fallaron el Gasherbrum (8.035), pero lo lograron al año siguiente.
La cima del Broad Peak habría sido la séptima, como pareja y para Badía, que en la carrera mundial entre mujeres marcha en cuarto puesto –detrás de montañistas de Austria, España e Italia–, pero el intento quedó para otra ocasión, luego de enfrentar un percance que los hizo renunciar, en julio pasado, cuando se encontraban a 7 mil 700 metros, poco más de 300 metros de la cima pakistaní.
Y es que Mauricio no había alcanzado a recuperarse de la herida severa que le provocó una caída horas antes, cuando en el amarre del último tramo que compartían con un tercer mexicano, Jorge Salazar, éste resbaló y, con Badía en medio, cayeron por una rampa aproximadamente 100 metros a gran velocidad.
Mauricio detuvo la caída de los tres hundiendo su piolet en la nieve; Badía se estrelló contra él y frenó su caída enterrando uno de sus crampones en su muslo, lo que limitó su movimiento para el último ataque hacia la cumbre.
Mauricio destacó que Badía “estuvo en posibilidades de llegar a la cima, pero decidió quedarse y regresar conmigo porque, me dijo, este es un trabajo en pareja”.
“Esto nos deja mucha experiencia y conocimiento de qué es lo que debemos hacer en un tipo de montaña como estas”, dijo Mauricio, mientras Badía habló de los planes y estimó “hacer uno o dos ochomiles por año”, así que, por lo pronto, en 2008 intentarán el mismo Broad Peak.
Abril del Río
La Jornada