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Montañismo y Exploración
Alpinismo y los medios: un camino ¿hacia dónde?
28 febrero 2007

Rechazar el Piolet de Oro era algo que venía escuchándose entre los montañistas que no estaba de acuerdo con el premio. Marko Prezelj, uno de los ganadores este año del premio, emitió una carta donde expresa sus desacuerdos, una vez ganado, y habla abiertamente de su postura sobre el premio y los medios de comunicación, una opinión muy sólida.







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Primero quiero admitir que una etiqueta de “ingenuo” me ha sido puesto muchas veces. Conozco el efecto de bumerang de mi ensayo y no quiero actuar como un purista que sólo lucha contra los medios.


Las personas que conocen mi opinión me preguntan el por qué yo fui a Grenoble, diciendo que si no respetaba el Piolet de Oro debí haber permanecido en casa. El año pasado Rolo Garibotti, Alessandro Beltrami y Ermanno Salvaterra no quisieron ir. No fue una decisión fácil para mí­ ir, pero me di­ cuenta de que tendría más oportunidad de ser oí­do si iba a Francia y trataba de jugar el juego. Quizá estuve equivocado. No lo sé todaví­a. Sólo el tiempo puede decirlo.


Esta carta está dirigida a los alpinistas y también a los medios porque, en mi opinión, el problema principal es la manipulación, y yo creo que ha habido varios ejemplos en el pasado cuando el nivel de la manipulación —en o el lado de alpinistas o el lado de los medios— fue bastante alto. La responsabilidad está primero en el lado de alpinistas. Si informamos de nuestras escaladas cuando los hagamos —cuando descubrimos el “por qué” de nuestros ascensos— entonces deberíamos ser también claros acerca del qué y el cómo.


Los alpinistas también debemos preguntar por lo menos si queremos las reglas del juego de los medios. Muchos no piensan acerca de ello y simplemente corren hacia... ¿hacia qué? ¿Quizá algún dinero en el lejano y distante fin?


Y si queremos preservar el espíritu del alpinismo, los medios deberían trabajar también como un espejo, no sólo como un tambor grande o una trompeta para “Los Increíbles” y sus patrocinadores. Los medios deben ser un poco escépticos; deben trabajar, hacer preguntas y tratar de evitar sensacionalismo y exageraciones que esconden los hechos inconvenientes de sus audiencias. Sé que esto no es tan sencillo. Vivimos en una era en que la “verdad” es muy virtual. Mi punto es que el alpinismo verdadero no puede ser virtual. Cuando es algo serio, un /una alpinista se confronta a sí mismo/misma y nada más. Si aceptamos el juego de los medios, la salida lógica es de ser un ciberalpinista en una cibermontaña. ¿Queremos esto?


Sería agradable si hubiera una justa cantidad de respeto en ambos lados desde el comienzo. No hay necesidad de detener la promoción del alpinismo si es hecho con respeto y honradez.


El año pasado, cuando Rolo, Alessandro y Ermanno dijeron que ellos no querían unir la competencia del Piolet de Oro, casi no hubo discusión. Quiero provocar una discusión ahora.


¿Por qué no detener las “competencias” tales como el Piolet de Oro y hacer una clase de festival de alpinistas mostrando fotos (verdaderas o falsas), contando historias (verdaderas o falsas), compartiendo las ideas (nuevas y viejas) y haciendo alguna escalada? Quizá la gente joven consigan realmente inspiración de tal acontecimiento.


El alpinismo necesita atención y promoción. Pero ¿lo necesita a toda costa?


Yo siento la responsabilidad de abrir la discusión. En la pared de la estación del ranger de Talkeetna cuelga una respuesta a la pregunta “¿Por qué escalas?”. Dice: “Si tienes que hacer la pregunta, no entenderás la respuesta”.


Diviértanse.




Traducción: Carlos Rangel Plasencia






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