1. Por el riesgo de ser hostigados y atropellados por automovilistas y operadores de vehículos motorizados.
   
   
2. Por el riesgo de que sus bicicletas les sean robadas en la vía pública.
   
   
3. Porque no existen facilidades para estacionar sus bicicletas en lugares de trabajo, lugares públicos, escuelas y centros comerciales.
   
   
4. Porque se ve mal la gente que anda en bicicleta. En México se sigue considerando el andar en bicicleta como igualitario a un estrato social inferior.
   
   
5. Porque no existe una cultura de respeto a quien usa la bicicleta.
   
   
6. Porque la gente piensa (erróneamente) que las distancias a recorrer son muy grandes.
   
   
7. Porque "es malo" andar en bicicleta en medio de tanta contaminación.
   

Aunque todos estos argumentos pueden ser esgrimidos con cierta razón, lo cierto es que la mayor parte de la gente los repite sólo porque los ha oído, y no como resultado de la experiencia propia. En realidad, la gente no considera aún la bicicleta como una alternativa viable, necesaria y �mucho menos� atractiva.

Se trata pues de un problema cultural que debe ser tratado como tal.

PROMOCIONAR SU USO

El automóvil, con sus innegables ventajas como medio de transporte individual, logró conformar modelos de ciudad y modos de vida que hoy están en crisis y que es necesario analizar y plantear alternativas con seriedad para conformar los nuevos esquemas urbanos para el siglo XXI, capaces de acercar a sus habitantes con la naturaleza y de brindar entornos más humanos, amigables y equilibrados en los que resulte innecesario que los seres humanos tengan que dedicar una parte importante de su tiempo a transportarse.

Para promover el uso de la bicicleta como transporte, se propone la realización de un plan integral que incluya los aspectos siguientes:

1. La conformación de una red de carriles protegidos para bicicletas. En Montreal, y pese a las muy bajas temperaturas, existe una red de más de 400 Km. de ciclopistas y carriles protegidos. En Londres, con lluvias durante la mayor parte del año, existen más de dos mil kilómetros y, algo similar se observa en muchas ciudades estadounidenses.
   
   
2. Emisión de disposiciones gubernamentales que limiten la velocidad de los vehículos automotores en las calles y avenidas con carriles protegidos para bicicletas.
   
   
3. Instalación de paraderos para bicicletas en estaciones del metro, sitios públicos, centros comerciales, bancos, escuelas, oficinas, etc.
   
   
4. Publicación y distribución de folletos que orienten a los habitantes de la ciudad sobre la conveniencia de utilizar la bicicleta para transportarse y proteger a los usuarios de la misma.
   
   
5. Establecimiento de una o varias empresas, o una red de ellas, que renten bicicletas o que proporcionen servicios de transportación y mensajería en bicicleta.
   
   
6. Realización de actividades sociales que promuevan el uso de la bicicleta, incluyendo paseos, festivales, conferencias, concursos, exposiciones, etc., buscando formar una amplia conciencia ciudadana alrededor de la bicicleta.
   

Para esto será necesaria la conformación de un plan que permita poner en operación en forma sincronizada todas estas medidas, acompañado de una intensa campaña publicitaria.

Sería conveniente la realización de un programa de sondeos de opinión entre diferentes grupos sociales para monitorear la aceptación y/o rechazo del proyecto.