Jesús Bravo

La quinta etapa del ambicioso proyecto Mares de México, emprendido por el equipo de exploración de la Universidad y que tiene como objetivo recorrer la totalidad del litoral mexicano a bordo de kayaks, se vio truncada por el mal tiempo que imperó en la zona norte del Golfo de México.

Hasta antes de esta suspensión, el equipo formado por Alejandro Niz, de la facultad de Arquitectura; Abraham Levy, de contaduría, el veracruzano Andrés Sierra, y Carlos Rangel, egresado de la Facultad de ciencias y presidente de la Asociación de Montañismo y Exploración de la UNAM, había recorrido 400 de los 936 kilómetros pactados para esta etapa que comenzó en la desembocadura del Río Bravo y concluirá en el puerto jarocho.

Las condiciones climáticas —nortes imprevistos y olas de hasta tres metros y medio de altura— obligaron a los intrépidos pumas a abandonar la aventura cuando llegaron a Tampico, Tamaulipas.

Al respecto, Rangel Plasencia comentó: “Era tanta la fuerza del viento que una distancia que normalmente se recorre en nueve horas la cumplimos en sólo tres. Estos factores en lugar de ayudar ala rapidez, ponen en peligro la integridad de los kayakistas, pues cualquier descuido es fatal.”

Luego de tres semanas de intentos, el conjunto auriazul apenas alcanzó la mitad del recorrido. Los nortes no previstos para esas fechas produjeron vientos de hasta 75 kilómetros por hora y el tamaño de las olas hizo imposible la viabilidad del proyecto.

El recorrido se reanudará en mayo o junio de este año. Los exploradores universitarios pronto estarán de regreso para concluir una de las más importantes empresas que se ha trazado el equipo.